México entre el crimen organizado y la fuga de capitales |
(Elva Mendoza. Contralínea 2012) Cada año, desde que el PAN asumió el poder en 2001, más de 49 mil millones de dólares salen del país de manera ilícita. Los recursos son lavados en paraísos fiscales y tienen como destino final Estados Unidos y Europa, señala un informe de Global Financial Integrity. También revela que el dinero pasa a corporaciones multinacionales mediante la facturación fraudulenta. En los gobiernos de Fox y Calderón, la fuga ascendería a más de 530 mil millones de dólares, el mismo monto que el Fondo Monetario Internacional necesita para tratar de revertir la crisis económica mundial. La cifra, sin embargo, es “conservadora”, pues no incluye el dinero efectivo. México, junto con China y Rusia, a la cabeza de los países con mayor flujo de recursos financieros ilícitos
Multinacionales y empresas criminales han sacado de México alrededor de
872 mil millones de dólares de manera ilícita en 40 años. De
éstos, más de 441 mil millones, el 50.5 por ciento, se fugaron entre 2001 y
2010. A pesar de que el gobierno federal que encabeza Felipe Calderón Hinojosa
asegura combatir los delitos del crimen organizado, en 2011 habrían salido
otros 49 mil millones de dólares, según las tendencias detectadas por el
informe México: flujos
financieros ilícitos, desequilibrios macroeconómicos y la economía sumergida.
Así, en 11 años de
gobiernos panistas, la fuga ilícita de capitales asciende a 539 mil millones de
dólares, el mismo monto que el Fondo Monetario Internacional necesita para
tratar de revertir la crisis económica mundial, según se dio a conocer a
mediados de enero de 2012.
Bancos norteamericanos los principales destinos de los dineros ilícitos |
El monto, que asciende a 6
billones 845 mil 300 millones de pesos (a un tipo de cambio de 12.7 pesos por
dólar, registrado por el Servicio de Administración Tributaria el 7 de febrero
pasado), es casi dos veces el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012 (3
billones 706 mil 922 millones de pesos).
Elaborado por Global
Financial Integrity (GFI) –centro de investigación sin fines de lucro con sede
en Washington–, el exhaustivo análisis revela que Estados Unidos, los paraísos
fiscales en el Caribe y los de Europa han sido los tres principales destinos
del dinero.
Los flujos ilícitos se
incrementaron “de manera explosiva” durante los últimos 10 años, demuestra el
estudio. De un promedio anual de 3 mil millones de dólares en la década de
1970; 10 mil millones de dólares, en la de 1980; 17 mil millones, en la de
1990; se pasó a 49 mil millones de dólares anuales, de 2001 a 2010.
49 mil millones de dolares en 10 años |
Esto significa que el flujo
financiero ilícito se incrementó bajo los gobiernos de los panistas Vicente Fox
Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, con un promedio anual de 49 mil millones de
dólares desde que, en 2001, el Partido Acción Nacional asumió el poder.
Pese a ello, Raymond W
Baker, director de GFI, indica en entrevista para Contralínea que
el aumento en el flujo no se podría atribuir a cuestiones políticas. “No
sabemos si realmente esto se deba a una influencia política o solamente a un
incremento en el comercio. En algunos países sí puede haber un cierto vínculo
más claro, pero no nos metemos tanto en eso”.
José Luis Marmolejo,
titular de la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos
de Procedencia Ilícita de la Procuraduría General de la República hasta 2008,
coincide con Baker: “No es exclusivo de un gobierno. No podemos echarle la
culpa a los gobiernos”.
El ex fiscal asegura que el
problema corresponde a una falla legislativa, puesto que aún está en proceso de
aprobación la ley para prevenir y sancionar el lavado de dinero.
La investigación México:
flujos financieros ilícitos, desequilibrios macroeconómicos y la economía
sumergida mide y rastrea la cantidad de dinero ilícito que abandonó el
país de manera ilegal en 41 años, de 1970 a 2010. Tal como lo señala la
organización, se considera que el dinero es ilícito si su origen, destino o
movimiento es ilegal. “Si hay un elemento de ilegalidad, aunque sea uno, en
todo el proceso, se considera ilícito”, explica Raymond W Baker.
Empresas multinacionales
A través de la facturación fraudulenta ha salido secretamente el 74 por
ciento del capital ilícito entre 1970 y 2010, asegura el informe
elaborado por Dev Kar, economista principal de GFI y quien trabajó como
economista en jefe para el Fondo Monetario Internacional.
Las corporaciones multinacionales,
y en un grado menor, los negocios mexicanos, son quienes, de acuerdo con Baker,
llevan a cabo operaciones que hacen uso de la facturación fraudulenta.
Ésta, implica la asignación
de precios equívocos, sean éstos sobreprecios de bienes importados o subprecios
de productos exportados.
Para participar en la
facturación fraudulenta, una forma del lavado de dinero de
acuerdo con datos del GFI, individuo debe tener el capital y la oportunidad de
ser parte del comercio internacional, por lo que se asume que sólo envían
dinero al extranjero los particulares con un elevado patrimonio y no la
población en general.
“La manipulación deliberada
de las facturas de importaciones y exportaciones es uno de los métodos
predominantes para sacar capital ilícito de los países”, señala el documento.
GFI estima que en las
últimas dos décadas, particularmente desde que entró en vigor el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la mayor parte del dinero ilícito
se obtiene a través de este mecanismo.
El TLCAN liberalizó el
comercio y al mismo tiempo dio la oportunidad de asignar un precio erróneo a
los bienes comerciados, porque ningún país acompañó el acuerdo con mecanismos
para evaluar y controlar los precios de transferencia abusivos de las empresas
multinacionales o la facturación fraudulenta entre socios comerciales.
Aunque el experto carece de
datos para señalar sectores específicos, supone que el incremento de las
corporaciones de manufactura ya establecidas en el país han contribuido en gran
medida a estos precios erróneos que van de México hacia Estados Unidos.
Para Baker, la facturación
fraudulenta no siempre supone corrupción de las autoridades: “Uno puede salirse
con la suyaponiendo un precio más bajo en un 10 o 15 por ciento a todo lo
que se exporta y es algo que es prácticamente indetectable; quizá ni el
contador de la compañía local logre detectarlo. Así que no necesariamente se
presupone una complicidad de las autoridades mexicanas”.
Sin que la facturación
fraudulenta sea un fenómeno exclusivo del país México, GFI colocó a México en
el tercer sitio en flujos financieros ilícitos, después de China y Rusia.
Bancos del Caribe, otro destino privilegiado |
Paraísos fiscales y banca
El dinero, tanto lícito como ilícito que año con año sale de México,
tuvo como destino principal Estados Unidos; en segundo lugar, los paraísos
fiscales del Caribe; en tercer lugar, los paraísos europeos, y en cuarto sitio
al grupo de bancos de países europeos desarrollados.
De acuerdo con el reporte,
Estados Unidos es, por mucho, el destino favorito de los depósitos tanto
lícitos como ilícitos del sector privado mexicano en cuentas corrientes.
Calcula que los depósitos del sector privado han pasado de 8 mil millones de
dólares a 12 mil 700 millones de dólares, entre 2002 y 2010.
Baker atribuye el hecho de
que el dinero vaya a Estados Unidos a que México es la única nación emergente
que tiene frontera con una “democracia industrializada”, hasta el punto en que
es comprensible que el capital fluya en ambas direcciones a lo largo de la línea
divisoria internacional.
El segundo destino más
apreciado de los depósitos del sector privado mexicano son, conforme los datos
de GFI, una serie de centros financieros extraterritoriales del Caribe,
conocidos como paraísos fiscales: las Bahamas, las Bermudas, las Islas Caimán,
Panamá y las Antillas Neerlandesas. Los depósitos del sector privado mexicano
pasaron de los 2 mil 700 millones de dólares en 2002, a 5 mil millones, en
2010.
Los centros financieros
extraterritoriales europeos, como el Bailiazgo de Guernsey (Canal de la Mancha,
al Norte de las costas de Normandía, Francia) la Isla de Man, el
Bailiazgo de Jersey (también al norte de las costas de Normandía) Luxemburgo y
Suiza, son el tercer destino de los depósitos del sector privado mexicano. Ahí,
éstos depósitos se incrementaron de 2 mil 200 millones de dólares en 2002, a 3
mil 400 millones en 2010, tras alcanzar un máximo de casi 5 mil millones, en
2007.
El siguiente foco de
absorción es el grupo de bancos de países europeos desarrollados como Francia,
Alemania, Reino Unido, entre otros. Los depósitos se multiplicaron por más del
doble, de 1 mil 200 millones de dólares en 2002, a 3 mil millones, en 2010.
Sobre los paraísos, Baker
refiere que facilitan mucho las transacciones y hacen fluido el proceso, pues
están dispuestos a recibir el dinero, a encubrirlo y a transferirlo a otros
puntos del mundo. “Se puede montar una corporación en un paraíso fiscal y nadie
sabrá quién es el dueño”.
Lo más importante que
ofrecen éstos, indica, es la confidencialidad, la capacidad de que tu dinero
permanezca en el anonimato.
Para erradicarlos, en
palabras de Baker, los gobiernos no han hecho lo suficiente. “Y para ser
completamente honesto, existen en gran medida con la aprobación, con la venia
de los países ricos porque proporcionan un lugar de semilavado de
dinero”.
Explica que aunque hay
mucha presión sobre los paraísos para que se vuelvan más transparentes, para
que firmen acuerdos sobre intercambios de información fiscal, el proceso es
complejo porque depende de que un país le haga la solicitud al otro. Si México
tratara de averiguar quién ha mandado el dinero, quién lo ha transferido a los
paraísos fiscales, tendría que tener una idea muy clara de qué es lo que está
buscando específicamente antes de hacer la solicitud y cuando llega ésta al
paraíso fiscal, éste podría negarse.
El ex fiscal José Luis
Marmolejo señala que “si no sabes cómo pedir la información, no la vas a
obtener”.
Ante la pregunta de cuál
sería la responsabilidad de Estados Unidos, Baker responde que desde la década
de 1970, México le ha solicitado al Departamento del Tesoro que le conceda
acceso a los mismos mecanismos para el intercambio automático de información
fiscal que existen entre Estados Unidos y Canadá, y la petición no ha sido
aprobada. “Esto no deja en un muy buen papel a Estados Unidos”.
En opinión del economista,
la negativa se debe a que a los estadunidenses “nos gusta el dinero; así de
burdo como pueda sonar”.
Por el contrario, Marmolejo
asegura que sí existe un intercambio a través de las autoridades hacendarias,
además de que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público tiene acuerdos con los países integrantes del Grupo de Acción
Financiera Internacional.
Global Financial Integrity califica a los más de 800 mil millones de
dólares que han salido ilegalmente de México, en 40 años, como conservadora,
puesto que las transacciones del tráfico de drogas, la trata de personas, el
contrabando de bienes, el comercio sexual y otras actividades ilícitas suelen
liquidarse en efectivo, y los modelos utilizados no las pueden detectar.
Aun así, para Raymond W
Baker, director de GFI, la cifra “es una pérdida devastadora y altísima para
cualquier país en vías de desarrollo. Se han perdido 872 mil millones de
dólares, los cuales pudieron ser utilizados para desarrollar la economía
mexicana, para construir escuelas, carreteras, hospitales, para ofrecerle más
servicios a la población. Las consecuencias negativas son enormes para todos
los mexicanos”.
Como se señala en el
documento elaborado por GFI, en la última década, las transferencias
internacionales de capital ilícito representaron más del 6 por ciento del
producto interno bruto (PIB), “una cantidad estratosférica”.
Los flujos ilícitos como
porcentaje del PIB se incrementaron del 3.8 por ciento en la década de 1960;
6.1 por ciento, en la de 1980; 4.8 por ciento durante 1990, a una media anual
del 6.1por ciento del PIB en la última década, superior al ritmo de crecimiento
económico.
De continuar en aumento el
flujo de dinero ilícito, indica Baker, se prevé un debilitamiento de la
economía nacional, menor acceso a los servicios y menores ingresos para la
población.
“He visto a gente que está
a la cabeza de negocios importantes y al final del año reúnen a sus empleados y
les dicen que ha sido un año duro, que el precio de las importaciones se ha
incrementado, que no ha podido elevar los precios de sus productos, que no les
puede aumentar el salario, ni darles mayores prestaciones . En el inter,
esos directores depositan medio millón de dólares al año en su cuenta de Miami;
esto lo he visto en todo el mundo en desarrollo”, expresa, con ironía, Baker,
quien antes de dirigir GFI trabajó en el mundo de los negocios durante 35 años.
De acuerdo con José Luis
Marmolejo, las consecuencias de los flujos son unas finanzas insanas producto
de la economía basada en dinero generado a través de actividades ilícitas.
GFI revela que los flujos
ilícitos fueron los propulsores de la economía sumergida, la cual
incluye, entre otros, el contrabando de drogas, el tráfico de armas y de
personas.
Tanto la economía sumergida como
los flujos ilícitos continuarán creciendo a una tasa acelerada a menos que se
tomen políticas o haya una intervención de las instituciones, advierte Dev Kar.
Mala gobernanza
Algunos economistas, indica
el estudio, asocian un volumen elevado de flujos salientes con problemas de
gobernanza, mala gestión económica, inestabilidad política y otros males.
No obstante, en opinión de
Baker, habría que preguntarse por qué en un país como Estados Unidos, “con tan
buena gobernabilidad”, la gente también saca su dinero. “Lo hace porque quieren
acumular riqueza de manera ilícita, clandestina, transferir fondos de donde tienen
visibilidad a donde no la tienen”.
A decir de Baker y de
Marmolejo, existen dos razones para sacar el dinero ilícito al extranjero. En
primer lugar, para quitarle visibilidad y en segundo, para limpiarlo o
legitimarlo.
Además, GFI encuentra una
relación estrecha entre el aumento de los flujos ilícitos y seis crisis
macroeconómicas en México: la crisis del petróleo, de 1973; la de la balanza de
pagos, de 1976; la de la deuda, de 1982; la del petróleo, de 1986; la del peso,
de 1994, y la económica mundial, de 2007.
Recomendaciones
GFI recomienda al gobierno
mexicano adoptar políticas macroeconómicas para frenar los flujos ilícitos,
solucionar los problemas estructurales y problemas relacionados con la
gobernanza para reducir los flujos ilícitos e impactar positivamente en la
disminución de la corrupción y de la actividad criminal en el país.
La consecuencia lógica del
freno, refiere GFI, sería el fortalecimiento de la economía mexicana que es muy
importante para la seguridad y para el interés de Estados Unidos y México.
Al referirse a los
planteamientos de GFI para reducir los flujos ilícitos de dinero, Baker explica
que es necesario el intercambio automático de información fiscal de México con
Estados Unidos y Europa.
“La Unión Europea ha dicho
que estaría preparada para poner esta información al servicio de los países con
mercados emergentes que la soliciten esa información, así que el primer paso
sería que México presionara con mucha fuerza para que se diera este
intercambio.”
Se recomienda a México
tomar medidas para frenar la asignación de precios; por ejemplo, hacer uso de
la información sobre el comercio mundial que está disponible para verificar
cuáles son los precios de importación y exportación.
Hacer obligatoria para las
partes que participen en la venta trasnacional de bienes y servicios la firma
de una declaración de importación/exportación que certifique que no se han
asignado precios falsos con el fin de transferir o sacar utilidades o de
manipular impuestos.
“Las corporaciones
multinacionales, en particular, titubearían si tuvieran que pedirle a su gente
que participara en esta asignación de precios falsos y después firmara
comprometiéndose o dejando sentado que no lo han hecho.”
Otra recomendación sería un
fortalecimiento de la capacidad con la que cuenta México para auditar e
investigar los precios de transferencia, pues aunque el país cuenta con reglas
adecuadas “no se han puesto en práctica con la suficiente fuerza”.
Adicionalmente, GFI propone
al gobierno de México poner en práctica tres políticas: promover una mayor
transparencia y responsabilidad de los contratos del gobierno; reforzar el
estado de derecho, e incluir información sobre los propietarios reales en las
transacciones (flujos) y activos (valores) financieros privados (individuales y
empresariales). Además de tomar medidas políticas destinadas a reducir la
tendencia a pagar sobornos y comisiones, y promover una mayor transparencia y
responsabilidad de los contratos públicos.
“La falta de información
sobre los propietarios reales de las empresas facilita el blanqueo de
capital ilícito y tiene consecuencias importantes para la seguridad nacional y
mundial”, asegura el texto.
El G20
De acuerdo con GFI, los
flujos financieros ilícitos necesitan un nexo bidireccional, es decir, un
origen y un destino, razón por la cual el gobierno de México necesita ejercer
un mayor liderazgo en distintos foros internacionales y regionales, tales como
el Grupo de los 20 (G20), el Foro Económico Mundial sobre América Latina, el
Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos y otras instituciones internacionales para garantizar que
los países más poderosos cooperen para frenar la recepción de fondos ilícitos.
Global Financial Integrity
insta al gobierno de México a que inicie un diálogo político con otros
integrantes del G20 para hacer públicas las listas de los verdaderos
propietarios y personas que controlan las sociedades anónimas, empresas de
responsabilidad limitada y otras personas y estructuras legales, como las
empresas fiduciarias.
México será anfitrión de la
próxima reunión del G20. Baker espera que ahí el gobierno mexicano gestione el
intercambio automático de información fiscal entre los países. “Sería
importante que exigiera a las empresas una descripción detallada de las
actividades que realizan en cada país”.
—Las empresas cuentan con
un gran poder político, ¿los gobiernos pueden ejercer presión sobre la
transparencia de sus datos?
—Sí, sí pueden, y me parece
que México, India, China, Suráfrica, Brasil, estos países que son los más
importantes, con economías emergentes, ocupan una postura de mucha fortaleza
para empujar este tipo de temas en la agenda y para que tanto las empresas
multinacionales como los otros miembros mejoren su transparencia en el sistema
financiero global. En una sola palabra, se trata de transparencia –responde
Baker.
Daniel Breennan,
copresidente del Consejo de Administración de GFI, señala que “casi toda la
gente en el mundo está sufriendo por estas actividades y ya no están dispuestos
a seguirlo aceptando, y entre más globalizado se torne el mundo, mejor
informada estará su gente y más difícil será que traten de hacer las cosas al
margen del sistema”.
El abogado e integrante de
la Cámara de los Lores del Reino Unido agrega que “México tiene la oportunidad
de demostrar su liderazgo sobre temas que afectan a todo el mundo en vías de
desarrollo”.
Para la realización de este
trabajo se solicitó entrevista con José Ulises Gómez Nolasco, director General
de Delitos Financieros y Diversos de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, a través de su secretaria particular. Hasta el cierre de edición, no
se obtuvo respuesta.
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