Estados
Unidos, el país que aparece a los ojos del mundo como el gran adalid de la
defensa de los Derechos Humanos y que se atribuye el rol de contralor del
cumplimiento de los derechos de las personas en todo el mundo, viola dichos
derechos en forma reiterada y sistemática, según indican informes de diversos organismos
de derechos humanos independientes, como
Amnistía Internacional y Human Rights Watch, e informes de organismos
internacionales.
Violencia y Alta criminalidad
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Uso de armas de fuego en EEUU |
Cada
año, una de cada 5 personas es víctima de un crimen, la tasa más alta del
planeta. Según cifras oficiales, las personas mayores de 12 años sufrieron 4,3
millones de crímenes violentos. La delincuencia creció alarmantemente en las
cuatro mayores ciudades del país (Filadelfia, Chicago, Los Angeles y Nueva York) y se registraron notables incrementos
respecto al año previo en otras grandes urbes (San Luis y Detroit).
El Tribunal Supremo dictaminó
que la posesión de armas para la defensa personal es un derecho constitucional,
que no puede ser ignorado por los gobiernos estaduales. Noventa de los 300
millones de habitantes del país poseen 200 millones de armas de fuego.
Son frecuentes los tiroteos en las
universidades, no obstante lo cual, se
conoció que Texas adoptará
una ley que permitirá a estudiantes y profesores de sus universidades públicas
a portar armas en sus campus. Utah tiene ya en vigor una ley semejante. El FBI publica
cada año las cifras sobre el crimen en los EE.UU, dando especial atención a las
ciudades con una población superior a 100 mil habitantes. En esas 273 ciudades
se ubica el 32 por ciento de la población y en ellas ocurrió un total de 7,578
homicidios durante el año 2009, mientras que el 47 por ciento de los
robos se cometieron con uso de armas de fuego.
A la sombra de la sección de
“actividades terroristas” del Acta
Patriótica, la tortura y la extrema violencia para obtener confesiones de
sospechosos son prácticas comunes. Las condenas injustas se evidencian en las
266 personas, 17 de ellas ya en el corredor de la muerte, que han sido
absueltas gracias a pruebas de ADN.

Amplia divulgación tuvo el caso del haitiano Abner Lovima, a quien
la policía de Brooklyn torturó y le produjo graves lesiones intestinales y en
la vejiga con un tubo de metal. Otro adolescente de 16 años de edad, Michael
Jones, también en Nueva York, recibió 6 balazos cuando la policía disparó
reiteradamente porque, montando una bicicleta, portaba una pistola... de agua.
Y un tercero perdió la vida a manos de un agente policial, cuando un balón con
el que jugaba un grupo de muchachos golpeó un costado del carro patrullero que
tripulaba. Ambos casos fueron ampliamente difundidos.
Un método de tortura de reiterado uso es el denominado «atar como
un cerdo» que consiste en esposar manos y pies del detenido y atarlos a su
espalda, para después arrojarlo al suelo como un balancín. Este tormento ha
producido numerosas muertes por «asfixia posicional», pero continúa
empleándose, como lo demuestra lo ocurrido a Anton Báez, que murió como
consecuencia de esa práctica. Excepcionalmente en su caso el autor del crimen
fue juzgado, pero resultó absuelto porque el Juez declaró que aunque se había
demostrado su participación en el hecho no se había podido probar «más allá de
toda duda razonable» que la tortura aplicada fuera la causa de la muerte.
Otro mecanismo frecuentemente empleado por la policía son los
«cinturones de electrochoque» que producen grandes dolores y terror. En
Poniona, California, dos personas murieron al ser sometidas a estas prácticas
inhumanas reiteradamente. También debe mencionarse el uso del gas lacrimógeno
que es utilizado por 3.000 departamentos de policía, y ha producido la muerte a
más de 60 personas que fueron rociadas con él.
Pero si la policía aplica tales medidas a los detenidos, las
prisiones no se quedan atrás, pues allí se reiteran aún con mayor impunidad, y
se añaden algunos como «atar a retretes», que consiste en encadenar a los
reclusos junto a ellos y así mantenerlos largos períodos. En una penitenciaría
de Georgia un grupo represivo de guardianes, denominado Escuadrón Táctico,
golpea sistemáticamente a los reclusos, y lo hace nada menos que a presencia
del Director del establecimiento.
En el caso de las prisiones de mujeres ocupa el primer lugar
dentro de estos maltratos las violaciones por parte de los guardianes que,
igualmente, cuando son denunciados siempre escapan a la sanción.
Estados Unidos posee una de las poblaciones penales más alta del
mundo: 1 millón 500.000 reclusos, entre los cuales se incluyen 74.730 mujeres.
Y si a esa cifra se adicionan las medidas privativas de la libertad, se alcanzan dimensiones
astronómicas. Hasta julio del pasado año 2010, 5 millones 500.000 personas
sufrieron alguna de esas sanciones. Entre los que guardan prisión en cárceles
cerradas con adultos se cuentan 3.000 menores de edad.
Brutalidad policial y carcelaria, discriminación y xenofobia,
aplicación de la pena de muerte a menores, incapacitados, mujeres e inocentes,
son rutilantes ejemplos de cómo Estados Unidos no respeta los derechos humanos
fundamentales. Precisamente aquellos
cuyas presuntas violaciones en otros países ponen hipócritamente mayor énfasis
en denunciar.
Censura
en Internet
El Gobierno de Washington aboga por la libertad en Internet para hacer de la red de redes
una importante herramienta diplomática de presión y hegemonía, pero impone
estrictas restricciones en el ciberespacio en su propio territorio y trata de
establecer un cerco legal para lidiar con el desafío que representa por ejemplo Wikileaks y
sus filtraciones.
Racismo,
desempleo y pobreza en EEUU
Con
una alta tasa del desempleo, la proporción de ciudadanos estadounidenses que
vive en la pobreza alcanzó un nivel récord. Una de cada ocho ciudadanos que
participó el pasado año en los programas de cupones para alimentos.
El
número de familias acogidas en centros para desamparados aumentó un 7 por
ciento y las familias tuvieron que permanecer más tiempo en los centros de
acogida. Los delitos violentos contra estas familias sin techo aumentan sin
cesar.
La
discriminación racial permea cada aspecto de la vida social de Estados Unidos.
Los grupos minoritarios son discriminados en sus empleos, tratados de manera
indigna y no son tenidos en cuenta para ascensos, beneficios o procesos de
selección laboral. Un tercio de los negros sufrió discriminación en sus lugares
de trabajo aunque sólo el 16% se atrevió a elevar queja.
La
tasa de desempleo entre los blancos es de un 16,2 %, entre hispanos y asiáticos
del 22 %, y entre los negros es del 33 %.
Los
afroamericanos y los latinos representan el 41 por ciento de la población
carcelaria. La tasa de afroamericanos cumpliendo cadena perpetua es 11 veces
más alta que la de blancos.
Discriminación y violencia a migrantes
En
abril de 2010, el Senado de Arizona aprobó un proyecto de ley
contra la inmigración ilegal. La ley exige a la policía el arresto de toda
persona que no pueda acreditar su condición de residente. Parecidas leyes migratorias han sido aprobadas
en Alabama, Georgia, Carolina del Sur y
Utah.
Con
la finalidad de hacer visibles los problemas de la comunidad migrante en
Estados Unidos, organizaciones sociales han expresado públicamente la exigencia
de respeto a los derechos de los inmigrantes, revelando que las deportaciones
masivas van en aumento y que es importante detener la construcción de centros
privados de detención con fines de lucro, así como frenar el robo de salarios a
inmigrantes.
Organizaciones
de migrantes denuncian que uno por ciento de la población que conforma el segmento
más acaudalado de Estados Unidos, con el control de más del 40 por ciento del
ingreso lucra con los ilegales mediante la construcción de centros privados de
detención. Bajo la consigna de “Inmigrantes Ocupan”, las organizaciones de
migrantes revelaron que bancos como Wells Fargo, promueven centros de detención
privados, que a su vez cabildean para endurecer las políticas migratorias y
obtener beneficios financieros. Informan además que datos del gobierno federal
reportan que este 2011 fueron deportados más de 400 mil inmigrantes de Estados
Unidos, la cifra más alta en la historia de ese país.
Violencia contra la mujer y
minorías sexuales
El
90 por ciento de las mujeres ha sufrido discriminación sexual de algún tipo en
su lugar de trabajo. Veinte millones de mujeres son víctimas de violación, casi
60.000 presas han sufrido agresión sexual o violencia.
Una
quinta parte de las estudiantes universitarias son agredidas sexualmente y el
60 por ciento de las violaciones en campus universitarios ocurre en los
dormitorios femeninos.
Nueve
de cada diez estudiantes homosexuales, bisexuales o transexuales sufren acoso
en el centro escolar. Como promedio, un día cualquiera, 160.000 estudiantes
quedan en casa por temor a ser agredidos o amenazados en el colegio.
El récord de aplicación de la Pena de
muerte
Según denuncias de Amnistía
Internacional, en Estados Unidos, la pena de muerte se aplica en
los ámbitos estatal y federal. Desde que en 1977 se reanudaron las ejecuciones
en el país tras casi un decenio sin llevarse a cabo, se ha ejecutado a más de
1.200 hombres y mujeres en 35 estados o en el ámbito del gobierno federal. En
la década de 2000 a 2009 hubo una media de 59 ejecuciones al año. Actualmente,
más de 3.200 personas se encuentran en espera de ejecución, y en 2010 se
llevaron a cabo 46 ejecuciones.
Hoy en día, 16
de los 60 estados, así como el Distrito de Columbia (Washington D.C.) y Puerto
Rico, son abolicionistas en la ley. La mayoría de las ejecuciones del país se
llevan a cabo en un número reducido de estados. Tan sólo tres estados –Texas,
Virginia y Oklahoma– acumulan más de la mitad de las ejecuciones llevadas a
cabo desde 1977.
En 2001, el
gobierno federal llevó a cabo su primera ejecución en cuatro decenios, y desde
entonces ha llevado a cabo otras dos. Actualmente hay 59 presos en espera de ejecución
en el ámbito federal. Las fuerzas armadas estadounidenses también pueden
imponer la pena de muerte tras sentencias condenatorias en juicios militares,
pero no han llevado a cabo ninguna ejecución desde 1961.
El método de
ejecución más común es la inyección letal: se ha empleado en más de un millar
de las ejecuciones que han tenido lugar desde 1977 y ha sustituido
prácticamente a todos los demás métodos de ejecución. En la mayoría de los
casos se usa el protocolo de las tres sustancias, pero hubo un litigio al
respecto que obligó al estado de Ohio a adoptar un protocolo de una única
sustancia en 2009, y hace poco el estado de Washington ha sido el segundo en
adoptar este protocolo. La escasez de tiopentato de sodio (una de las tres
sustancias utilizadas en las ejecuciones por inyección letal) en todo el país
ocasionó la suspensión de algunas ejecuciones a finales de 2010 y ha seguido
causando problemas en 2011 en estados retencionistas.
Amnistía
Internacional considera que la pena de muerte es inevitablemente cruel,
inhumana y degradante, con independencia del método utilizado para llevar a
cabo las ejecuciones. En Estados Unidos, la pena capital también se caracteriza
por la arbitrariedad, la discriminación y el error. Factores como la conducta
indebida del ministerio fiscal o la representación letrada inadecuada de
acusados indigentes han sido frecuentes en casos de pena de muerte. A menudo se
ha condenado a muerte a presos tras juicios en los que sus abogados no
presentaron pruebas atenuantes a pesar de su existencia. El uso de la pena de
muerte contra personas con enfermedades mentales o con otras discapacidades
psíquicas sigue suscitando preocupación añadida.
Oposición
creciente contra la pena de muerte en EE.UU.
Pese al uso continuado de la pena de muerte, Estados Unidos está empezando a dar algunas muestras de oposición a este castigo. El número de ejecuciones llevadas a cabo y de condenas a muerte dictadas al año ha disminuido sustancialmente desde sus momentos álgidos en la década de 1990. Por ejemplo, aunque en 2010 se impusieron al menos 110 condenas a muerte, esta cifra supone tan sólo alrededor de un tercio del número de condenas a muerte dictadas en 1994, 1995 o 1996.
En los últimos
años, la Corte Suprema de Estados Unidos ha declarado ilegal imponer la pena de
muerte a delincuentes con “retraso mental” o que tenían menos de 18 años en el
momento del delito. En marzo de 2011, Illinois se convirtió en el 16º estado en
abolir la pena de muerte cuando el gobernador firmó un proyecto de ley
abolicionista aprobado dos meses antes por el Parlamento estatal.
La adopción en
todo el país de la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional como
alternativa a la pena de muerte parece haber contribuido al descenso de
condenas a muerte (para consultar la posición de AI sobre la cadena perpetua
sin posibilidad de libertad condicional, véase ORG 72/003/2009).
Además, siguen surgiendo datos sobre
el riesgo de error en las sentencias condenatorias, lo cual alimenta el debate
sobre la pena capital en el país. Desde 1973, 138 presos en espera de ejecución
han sido liberados tras ser declarados inocentes. Sólo en 2009 se exoneró y
liberó a nueve hombres que habían sido condenados a muerte.
Fuera
de sus fronteras
Múltiples son las violaciones de los
derechos humanos de las cuales es responsable el Gobierno de Estados Unidos
fuera de sus fronteras. Las guerras de Irak y Afganistán,
dirigidas por EEUU, han causado cifras enormes de víctimas entre la población
civil de estos países. La falta de respeto de parte
de Estados Unidos del derecho internacional en zonas de conflicto y en las
operaciones antiterroristas, involucra un uso desmedido de la fuerza
Las acciones “antiterroristas” de EEUU
han incluido graves escándalos de abuso a prisioneros, detenciones indefinidas
sin cargos o juicios en centros de detención como el de Guantánamo y otros lugares del mundo,
creados para interrogar a los denominados “presos de gran valor elevado” donde
se aplican las peores torturas.
Además, la Casa Blanca mantiene métodos de control sobre la
sociedad y la injerencia en la vida privada que los órganos de seguridad
iniciaron en la época del republicano George W. Bush, bajo el pretexto de la
guerra contra el terrorismo.
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Prisioneros en Guantanamo |
Washington solo participa en tres de los nueve acuerdos
internacionales sobre derechos humanos. EEUU
no ha ratificado convenciones internacionales sobre los derechos humanos como
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de la Discriminación contra
la Mujer; la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y
la Convención sobre los Derechos del Niño.
Al mismo tiempo, Estados Unidos se niega a colaborar con
mecanismos internacionales para quejas colectivas de violación por los
gobiernos de los derechos humanos al considerar que su sistema judicial es
suficiente y puede lidiar con ese problema sin asistencia foránea.
Estados
Unidos frente a la Corte Penal Internacional CPI.
Según información de Human
Rights Watch, aunque Estados Unidos ha
sido un fuerte defensor de la justicia internacional, continúa demostrando
hostilidad hacia cualquier tipo de tribunal que — como la CPI— pudiera aplicar
su competencia, aunque sea en teoría, a ciudadanos norteamericanos.
El Estatuto de la CPI
contiene numerosas salvaguardas, muchas de ellas propuestas por Estados Unidos,
para evitar los procesos frívolos o injustificados. Sin embargo, parece que el
gobierno del presidente Bush no se conforma con nada menos que una excepción
absoluta para sus ciudadanos —excepción que el resto del mundo considera una
violación del ideal de justicia universal sobre el que descansa la Corte.
En
este sentido es pertinente mencionar la ley de protección de militares
americanos, conocida por sus siglas en inglés como ASPA (American
Servicemember’s Protection Act), que entró en vigor el 2 de agosto de 2002.
ASPA constituye un esfuerzo para intimidar a los países que apoyan a la Corte, sin
embargo, esta ley firmada por el presidente Bush contiene excepciones que
podrían minimizar sus disposiciones punitivas. Específicamente, la ley prohíbe la asistencia
militar a países que ratifiquen la CPI, pero esta prohibición no se aplica a
los miembros de la OTAN y otros países no miembros de la alianza tales como
Australia, Egipto, Israel, Japón, Jordania, Corea del Sur y Nueva Zelanda.
En síntesis, Estados
Unidos, que condena sistemáticamente la violación de los Derechos Humanos en el
mundo, tiene en su propio haber un nutrida repertorio de violaciones de
derechos humanos tanto a sus propios ciudadanos, como a nivel internacional.
Puerto Rico es el mejor ejemplo del récord sobre los derechos humanos en Estados Unidos
ResponderEliminarPuerto Rico ha sido una colonia del gobierno de Estados Unidos por los últimos 116 años. La Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró el colonialismo un crimen en contra de la humanidad en el 1960. La ONU le ha pedido, hasta el presente, 33 veces que descolonice inmediatamente a Puerto Rico. Estas 33 resoluciones de la ONU representan la voluntad democrática de esa organización internacional. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos, hasta ahora, las ha ignorado. Más aun, el gobierno de Estados Unidos ha mantenido encarcelado al prisionero más antiguo del mundo, Oscar López Rivera, a pesar de una tremenda presión internacional para liberarlo.
Toda nación tiene el derecho inalienable a su auto-determinación e independencia como un derecho humano básico. Por esa razón, toda persona colonizada tiene el derecho de usar todos los medios necesarios para descolonizarse bajo la ley internacional. Eso quiere decir que el criminal en nuestra relacional colonial con el gobierno de Estados Unidos es el gobierno de Estados Unidos y no Oscar. ¡Por lo tanto, el gobierno de Estados Unidos le ha violado los derechos humanos de casi 4 millones de gentes en la isla de Puerto Rico por los últimos 116 años!
El gobierno de Estados Unidos ha usado el terrorismo de estado para mantener a Puerto Rico en el coloniaje. De nuevo, el mejor ejemplo de eso ha sido el haber tenido encarcelado al puertorriqueño Oscar López Rivera por los últimos 33 años. Eso sobre pasa los 27 años que estuvo Nelson Mandela encarcelado. También es importante señalar que 12 es esos años fueron en aislamiento. Eso constituye otra violación a nuestros derechos humanos.
El gobierno de Estados Unidos mantiene todo eso en un closet para que nadie se dé cuenta. De esa manera, el gobierno de Estados Unidos puede más fácilmente acusar a otros países de violar los derechos humanos de sus ciudadanos. Obviamente, el gobierno de Estados Unidos realmente no le importa que se violen los derechos humanos, ya que él mismo los violas también en su nación. Su único interés en hacer estas acusaciones es para controlar a eses naciones para obtener beneficios financiero para el 1% de gente del cual el gobierno de Estados Unidos trabaja.
José M López Sierra
www.TodosUnidosDescoloniarPR.blogspot.com
ALEXIS MAESTRE SABORIT,es Activista de los Derechos Humanos,en Estados Unidos, y por no pensar como el Imperio, el FBI lo persigue, lo vigila y hasta quiere desaparecerlo de una vez y por todas, no toledan la libre expression, y mucho menos que se oponga a tantas Injusticias en la Sociedad Norteamericana, desde Pena de Muerte,Odios Raciales, como Violencia Extrema,el FBI,quiere aplastar a Alexis Maestre Saborit, y cuenta con el apoyo del Fort Myers Police Departament(FMPD) y la Oficina del Fort Myers Housing Authority.La Vida de Alexis Maestre Saborit,esta en gran Peligro en Estados Unidos, por su lucha por la Justicia Social.
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