Foto: fian.hn
CHILE:
REDES DE TRATA DE PERSONAS CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL
En Marzo de 2011, el Senado de Chile aprobó por unanimidad la Ley
sobre la Tipificación del Delito de Trata de Personas y Tráfico licito de
Migrantes, estableciendo penas de hasta 15 años de cárcel para quienes cometan
los delitos de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes.
La Ley sanciona al que con ánimo de lucro facilite o
promueva la entrada ilegal al país de una persona que no sea nacional o residente.
En segundo término, castiga al que promueva o facilite la entrada o salida
del país de personas para que ejerzan la prostitución en el territorio nacional
o en el extranjero.
Además, condena al que mediante violencia, intimidación, coacción, engaño, abuso de poder, aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad o de dependencia de la víctima, o la concesión o recepción de pagos u otros beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, capte, traslade, acoja o reciba personas para que sean objeto de alguna forma de explotación sexual, incluyendo la pornografía, trabajos o servicios forzados, servidumbre o esclavitud o prácticas análogas a ésta, o extracción de órganos.
A pesar de haber entrado en vigencia dicha Ley, que tipifica el delito de trata de personas, esa práctica parece ser una realidad extendida en Chile, según lo informado por la prensa local respecto a la existencia de redes de tráfico de ciudadanas de República Dominicana que son traficadas a Chile con propósitos de explotación sexual.
La policía detuvo a 14 personas en un
operativo que permitió desmantelar a dos bandas dedicadas a la trata de
personas de nacionalidad dominicana, que obligaban a las mujeres a prostituirse. El operativo se realizó con allanamientos de
domicilios y locales nocturnos en cuatro ciudades del país, y terminó con la
detención de siete personas dominicanas, seis chilenas y una ecuatoriana.
Las
bandas reclutaban a las personas en principalmente en República Dominicana se les prometía
trabajo en Chile e ingresos entre 2.000 y 3.000 dólares mensuales y facilidades
para el traslado y la vivienda. Para ingresar al país, se les pedían 1.200 dólares,
aunque al llegar las mujeres
eran obligadas a ejercer la prostitución.
Esta situación se asienta
en el país, entre otros fenómenos, debido
al incremento de la migración transfronteriza que en Chile ha aumentado muy fuertemente en los últimos años, sumado al
subregistro de los migrantes que se encuentran en calidad de irregulares, y a la
feminización de las migraciones hacia
Chile, lo cual constituye un contexto favorable para la acción del
tráfico y trata de personas. Por otro
lado, en términos económicos el delito
de trata de personas es uno de los más rentables a nivel mundial después del tráfico
de armas y drogas. Por tanto, no resulta
extraño que en Chile exista una realidad
oculta en este tipo de delitos, que tanto la autoridad administrativa, como
las policías y el ministerio público no han enfrentado con la fuerza que
amerita.
Esta situación, constituye lo que puede ser una situación mucho más
extendida, con redes no conocidas, y con vínculos en otros países de América
Latina. Al respecto es sintomático que la falta de control respecto a este grave
delito, es monitoreada por la Embajada de Estados Unidos en Santiago, quien
emite informes anuales al respecto.
Es así como en el informe para 2011 sobre
Trata de Personas de la Embajada
americana en Santiago expresa que… “Chile es un país de origen, tránsito y destino de hombres,
mujeres y niños objeto de la trata de personas con fines de explotación sexual
y trabajo forzado. Dentro del país, muchas víctimas son mujeres y niñas
chilenas que responden a falsas ofertas de trabajo y así son sometidas a la
trata sexual. En menor medida, las mujeres y niñas chilenas también son objeto
de la trata sexual en países vecinos como Argentina, Perú y Bolivia, así como
también en España. Mujeres y niñas de Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador,
Paraguay y otros países latinoamericanos son atraídas a Chile por ofertas de
trabajo fraudulentas y, posteriormente, son obligadas a ejercer la prostitución
o a realizar servicio doméstico forzado. Se ha identificado en los sectores
minero y agrícola de Chile a personas extranjeras víctimas de la trata con
fines laborales, procedentes principalmente de Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador
y China. Se ha informado que se consigue a menores para que, contra su
voluntad, actúen como “mulas” para transportar drogas en las fronteras con
Bolivia y Perú”.
La Embajada continua
su análisis muy pormenorizado expresando
que “El Gobierno de Chile no cumple plenamente con las normas mínimas para la
eliminación de la trata; no obstante, está realizando considerables esfuerzos
para ello. Durante el período del informe, las autoridades chilenas aumentaron
sus esfuerzos de aplicación de la ley contra los delitos de la trata sexual.
Dichos esfuerzos cambiaron en comparación con el período anterior, ya que
aumentó el número de investigaciones y condenas por promover o facilitar la prostitución
de menores, mientras que disminuyó el número de investigaciones y condenas por
el delito de trata transnacional con fines de explotación sexual. Como notable
señal de progreso, cabe mencionar que en marzo de 2011 el Congreso chileno
aprobó legislación integral antitrata que había estado pendiente en el Senado
desde 2007. Pero durante el período del informe las autoridades chilenas no
investigaron en forma activa la trata con fines laborales. El gobierno ofreció
servicios limitados a las víctimas adultas de la trata sexual y a las víctimas
de la trata laboral, pero aumentó los servicios especializados para menores”
La red de ciudadanas dominicanas
desarticulada recientemente, representaría por tanto, solo una pequeña parte de
un delito que parece ser muy extendido en Chile, y que a pesar de la Ley aprobada,
no ha sido lo suficientemente investigado.
La situación es más grave por cuanto, Chile además ha firmado y
ratificado en 2002, la Convención contra la delincuencia organizada
transnacional y los dos protocolos del mismo año: Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire y Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas,
especialmente mujeres y niños.
La firma de estos Convenios y Protocolos por parte de Chile, establecen un compromiso que obliga a armonizar el marco jurídico
nacional con las normas internacionales, en cuanto a aplicar esas normas
y a adoptar todos los resguardos para su fiel cumplimiento.
ASOCIACIÓN
LATINOAMERICANA PARA LOS DERECHOS HUMANOS (ALDHU)
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