Reconstitución del crimen de Laja |
Confesiones inéditas vinculan a la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) con la masacre de 19 trabajadores en Laja. Fue una cacería. En septiembre de 1973 los carabineros de la Tenencia de Laja apresaron a 14 trabajadores de la Papelera y Ferrocarriles, a dos estudiantes secundarios y dos profesores, a los que llevaron al Fundo San Juan donde los ejecutaron y enterraron clandestinamente. Todos los policías habían bebido copiosamente pisco que les envió la CMPC, la que también aportó vehículos para la caravana de la muerte encabezada por el agricultor Peter Wilkens. A pesar de la desesperada búsqueda de sus familiares, el pacto de silencio sobre lo que ocurrió aquella noche se mantuvo hasta agosto del año pasado.
La cuestionada Empresa |
“Como era arena no era difícil cavar. Hicimos una zanja de 2 a 3
metros de largo por 1,5 de profundidad. Luego bajamos de los vehículos a los 19
detenidos. A algunos los arrodillamos frente a la zanja; a los otros los
dejamos de pie. Estaban delante de nosotros, dándonos la espalda. Recuerdo muy
bien cuando el carabinero
Gabriel González discutió
fuertemente con Nelson
Casanova, porque éste último no quería disparar. Fue tanto que yo me
metí y le dije a González que si le hacía algo a Casanova, yo le dispararía a
él con el fusil Sig que tenía en la mano. Era tanta la tensión. Todos estábamos
muy alterados, pero igual cuando el oficial dio la orden, procedimos a disparar.
Todos disparamos, y cuando digo todos, incluyo al teniente Alberto Fernández
Michell. Les disparamos por la espalda. Algunos cayeron directamente al
foso. A otros, ya muertos, los tuvimos que empujar para que cayeran o bien los
tomamos y tiramos al foso. Quedaron uno encima del otro. Luego los tapamos con
la misma arena y algunas ramas y tomamos rumbo a Laja. Cuando llegamos a la
Tenencia, seguimos tomando el pisco y las bebidas que el teniente había traído
del casino de la planta papelera de la CMPC. Recién entonces los que quedaron
en la guardia supieron lo que había pasado. Fernández dio la orden de guardar
silencio. Después todo siguió como si nada”.
El cabo
1º (r) Samuel Vidal Riquelme fue
el primero que quebró el pacto. Por 38 años guardó el secreto de lo que pasó la
madrugada del 18 de septiembre de 1973 con los 19 trabajadores que durante los
cinco días previos él y sus compañeros de la Tenencia de Laja aprehendieron en
esa localidad y San Rosendo para luego meterlos en un pequeño calabozo, torturarlos
y después, esa noche, ejecutarlos clandestinamente en un bosque cerca del
Puente Perales, en el Fundo San Juan.
La primera vez que Vidal habló sobre lo que pasó esa noche fue
en 1979, cuando el Arzobispado de Concepción presentó una querella contra los
carabineros de la Tenencia y el entonces ministro en visita de la Corte de
Apelaciones de Concepción, José Martínez Gaensly, lo entrevistó. Pero esa vez
dijo lo mismo que sus 15 compañeros de la Tenencia de Laja: que a los
prisioneros los habían llevado al Regimiento de Los Ángeles. Martínez preguntó
a los militares de ese regimiento por los 19 trabajadores, pero ellos
aseguraron que nunca ingresaron allí. Entonces volvió a hablar con los
carabineros. Aunque cambiaron la versión, todos dijeron lo mismo: que los
habían subido a una micro que les había facilitado la Compañía Manufacturera de
Papeles y Cartones (CMPC) y que en el camino a Los Ángeles se los habrían
entregado a una “patrulla fantasma” de militares. Que desde entonces les
perdieron la pista.
Para algo sirvieron las indagaciones de Martínez: se supo que
los cuerpos estaban en una fosa común del Cementerio Parroquial de Yumbel. Que
los habían llevado allí en octubre de 1973, sin que nadie supiera, cuando los
sacaron del hoyo donde los habían enterrado después de que un agricultor
denunciara a Carabineros de Yumbel que sus perros mordisqueaban unos restos
humanos. El parte con la denuncia llegó al Juzgado de Letras de Mayor Cuantía
de la localidad, pero la jueza Corina Mera ordenó que se guardara en la caja de
fondos. Nunca se investigó. (CIPER)
Leer información completa:
No hay comentarios:
Publicar un comentario