Presidenta Dilma Rousseff en el Foro Social Temático |
"La descolonización de los pueblos oprimidos y el enfrentamiento al imperialismo es el principal desafío de los movimientos sociales de todo el mundo"
El Foro Social Temático (FST) termina hoy en Porto Alegre y ha supuesto el pistoletazo de salida de una gran movilización global que debe desembocar en la Cumbre de los Pueblos, a celebrarse de forma paralela a la reunión oficial de Río +20. Anoche, la Asamblea de Movimientos Sociales emitió su comunicado en el FST. Reproducimos íntegra esta contundente declaración de intenciones:
Nosotros,
pueblos de todos los continentes, reunidos en la Asamblea de movimientos
sociales durante el Foro Social temático Crisis capitalista, Justicia social y
ambiental, luchamos contra las causas de una crisis sistémica que se expresa en
una crisis económica, financiera, política, alimentaria y ambiental, colocando
en riesgo la propia sobrevivencia de la humanidad. La descolonización de los
pueblos oprimidos y el enfrentamiento al imperialismo es el principal desafío
de los movimientos sociales de todo el mundo. En este espacio nos reunimos
desde nuestra diversidad, para construir juntos agendas y acciones comunes
contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación
y explotación. Por eso, reafirmamos nuestros ejes comunes de lucha, adoptados
en nuestra Asamblea en Dakar, en 2011.
Lucha contra las transnacionales Lucha por la justicia climática
y por la soberanía alimentaria Lucha por la eliminación de la violencia a la
mujer Lucha por la paz, contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la
militarización de nuestros territorios.
Demandas sociales en el FST |
Los pueblos de todo el mundo sufren hoy los efectos del
agravamiento de una profunda crisis del capitalismo, en la cual sus agentes
(bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones
internacionales y gobiernos a su servicio) buscan potenciar sus beneficios a
costa de una política intervencionista y neocolonialista. Guerras, ocupaciones
militares, tratados neoliberales de libre comercio y “medidas de austeridad”
expresadas en paquetes económicos que privatizan bienes, rebajan salarios,
reducen derechos, multiplican el desempleo y explotan recursos naturales. Estas
políticas afectan con intensidad a los países más ricos del Norte, aumentan las
migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos, el endeudamiento, y
las desigualdades sociales.
El
calentamiento global es el resultado del sistema capitalista de producción
distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras, los
gobiernos y organismos internacionales a su servicio, no quieren reducir sus
emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora intentan imponernos la
“economía verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que
además de agravar el problema, resulta en la mercantilización, privatización y
financiarización de la vida. Rechazamos todas las falsas soluciones para esas
crisis, como los agro-combustibles transgénicos, la geo-ingeniería y los
mercados de carbono, que son nuevos disfraces del sistema.
La
realización de Río+20, en el mes de junio en Río de Janeiro, pasados 20 años de
la Eco ’92, refuerza la centralidad de la lucha por justicia ambiental en
oposición al modelo de desarrollo capitalista. El intento de “enverdecimiento”
del capitalismo, acompañado por la imposición de nuevos instrumentos de la
“economía verde”, es una alerta para que los movimientos sociales reforcemos la
resistencia y asumamos el protagonismo en la construcción de verdaderas
alternativas a la crisis.
Denunciamos
la violencia contra la mujer ejercida regularmente como herramienta de control
de sus vidas y sus cuerpos. Además, el aumento de la explotación de su trabajo
para atenuar los impactos de la crisis y mantener el margen de ganancia
constante de las empresas. Luchamos contra el tráfico de mujeres y de niños,
las relaciones forzadas y el prejuicio racial. Defendemos la diversidad sexual,
el derecho a la autodeterminación de género y luchamos contra la homofobia y la
violencia sexista.
Las
potencias imperialistas utilizan bases militares extranjeras para fomentar
conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en
varios países. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos
humanos, que muchas veces justifica las ocupaciones militares. Nos manifestamos
contra la permanente violación de los derechos humanos y democráticos en
Honduras, especialmente en el Bajo Aguán, el asesinato de sindicalistas y
luchadores sociales en Colombia y el criminal bloqueo a Cuba que completa 50
años. Luchamos por la liberación de los 5 cubanos presos ilegalmente en los
Estados Unidos, la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por Inglaterra, las
torturas y las ocupaciones militares promovidas por los Estados Unidos y la
OTAN en Libia y Afganistán.
Denunciamos
el proceso de neo-colonización y militarización que vive el continente africano
y la presencia de la Africom. Nuestra lucha es también por la eliminación de
todas las armas nucleares y contra la OTAN.
Expresamos
nuestra solidaridad con las luchas de los pueblos del mundo contra la lógica
depredadora y neocolonial de las industrias extractivas y mineras
transnacionales, en particular, con la lucha del pueblo de Famatina en
Argentina, y denunciamos la criminalización de los movimientos sociales.
El
capitalismo destruyó la vida de las personas. Por eso, cada día nacen múltiples
luchas por justicia social para eliminar los efectos dejados por el
colonialismo y para que todos y todas tengamos una calidad de vida digna. Cada
una de estas luchas implica una batalla de ideas que hace imprescindible
acciones por la democratización de los medios de comunicación, controlados hoy
por grandes conglomerados, y contra el control privado de la propiedad
intelectual. Al mismo tiempo exige el desarrollo de una comunicación
independiente que acompañe estratégicamente nuestros procesos.
Comprometidos
con nuestras luchas históricas, defendemos el trabajo decente y la reforma
agraria como único camino para impulsar la economía familiar, campesina e
indígena, y un paso central para alcanzar la soberanía alimentaria y la
justicia ambiental. Reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por la reforma
urbana como instrumento fundamental en la construcción de ciudades justas y con
espacios participativos y democráticos. Defendemos la construcción de otra
integración, fundamentada en la lógica de la solidaridad, y el fortalecimiento
de procesos como la UNASUR y la ALBA.
La
lucha por el fortalecimiento de la educación, ciencia y tecnologías públicas al
servicio de los pueblos, así como la defensa de los saberes tradicionales, se
vuelven urgentes una vez que persiste su mercantilización y privatización.
Manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a los estudiantes chilenos,
colombianos portorriqueños y de todo el mundo, que continúan en marcha en la
defensa de estos bienes comunes.
Afirmamos
que los pueblos no deben continuar pagando por esta crisis y que no hay salida
dentro del sistema capitalista. Se encuentran en la agenda grandes desafíos que
exigen que articulemos nuestras luchas y que movilicemos masivamente.
Inspirados en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora de
movimientos como la Primavera Árabe, Ocuppy Wall Street, los indignados y
la lucha de los estudiantes chilenos, la Asamblea de los Movimientos Sociales
convoca a las fuerzas y actores populares de todos los países a desarrollar
acciones de movilización coordinadas a nivel mundial. Debemos contribuir a la
emancipación y auto-determinación de nuestros pueblos, reforzando la lucha
contra el capitalismo.
Convocamos
a todas y todos a fortalecer el Encuentro internacional de derechos humanos en
Solidaridad con Honduras y a construir el Foro social Palestina Libre,
reforzando el Movimiento global de boicot, desinversiones y sanciones contra el
Estado de Israel y su política de apartheid contra el pueblo palestino.
Tomemos
las calles a partir del día 5 de junio en una gran jornada de movilización
global contra el capitalismo. Convocamos a impulsar la Cumbre de los Pueblos
por justicia social y ambiental, contra la mercantilización de la vida y en
defensa de los bienes comunes, frente a la Rio+20.
¡Si
el presente es de lucha el futuro es nuestro!
Porto
Alegre, 28 de enero de 2012
Asamblea
de los Movimientos Sociales
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