Para el Día Internacional de la
Mujer, 8 de marzo de 2012, Michelle Bachelet, la Directora Ejecutiva de ONU
Mujeres, hace un llamado a la participación igualitaria de las mujeres en todas
las esferas de la vida como algo fundamental para la democracia y la justicia.
En este Día Internacional de la
Mujer, me uno a las mujeres del mundo en solidaridad por los derechos humanos,
la dignidad y la igualdad, un sentimiento que compartimos millones de personas
y que nos lleva a luchar por la justicia y la inclusión. En este primer
aniversario de ONU Mujeres, saludo a todas las personas, gobiernos y
organizaciones que trabajan a favor del empoderamiento de la mujer y de la
igualdad de género. Sepan ustedes que trabajamos con el mayor compromiso de
cara al futuro.
La creación de ONU Mujeres ha
coincidido con profundos cambios en el mundo, que van desde las crecientes
protestas contra la desigualdad hasta los levantamientos en pro de la libertad
y la democracia en el mundo árabe. Estos eventos han reafirmado nuestra convicción
de que un futuro sostenible sólo puede ser alcanzado por las mujeres, los
hombres y los jóvenes disfrutando de plena igualdad.
Desde los gobiernos que cambian las
leyes hasta las empresas que ofrecen trabajos decentes y remuneraciones
iguales, pasando por los padres y madres que enseñan a sus hijos o hijas que
todos los seres humanos tienen que ser tratados del mismo modo, la igualdad
depende de cada uno de nosotros.
En el siglo pasado, desde que
comenzó a celebrarse el primer Día Internacional de la Mujer, hemos sido
testigos de transformaciones en los derechos legales, los logros en la
educación y en la participación en la vida pública de las mujeres. Los países
de todas las regiones han ampliado los derechos legales de las mujeres y las
mujeres han podido dar numerosos pasos adelante. Más mujeres ahora son líderes
en la política y los negocios, más niñas asisten a la escuela, más mujeres
sobreviven a los partos y pueden planificar sus familias.
Sin embargo, si bien se han logrado
enormes progresos, ningún país puede decir que está totalmente libre de
discriminación de género. Esta desigualdad se manifiesta en persistentes
brechas de género en los sueldos y en oportunidades, en la baja representación
de mujeres en los puestos de liderazgo en la arena pública y en el sector
privado, en los matrimonios tempranos, en las niñas que desaparecen porque se
prefiere a los niños, y en la violencia continua contra las mujeres en todas
sus formas.
En ningún ámbito son las
disparidades y los obstáculos más importantes para las mujeres y las niñas que
en las áreas rurales. Las mujeres y las niñas rurales representan una de cada
cuatro personas en el mundo. Trabajan largas horas con poco o ningún salario y
producen una gran proporción de los alimentos que se cosechan, especialmente en
la agricultura de subsistencia. Son agricultoras, empresarias y líderes y sus
contribuciones mantienen a sus familias, sus comunidades, sus naciones y a
todos nosotros.
A pesar de ello, se enfrentan a
algunas de las peores desigualdades en el acceso a los servicios sociales, a la
tierra y a otros bienes productivos. Eso las priva a ellas y al mundo de
alcanzar su pleno potencial, lo que me lleva al asunto principal de este Día
Internacional de la Mujer. No se podrá encontrar ninguna solución duradera a
los principales cambios actuales – del cambio climático a la inestabilidad
política y económica – sin el empoderamiento pleno y sin la participación de
las mujeres del mundo.
Simplemente no podemos seguir
permitiendo la exclusión de las mujeres. Su participación plena en la esfera
política y económica es fundamental para la democracia y la justicia, que es lo
por lo que claman las personas. La igualdad de derechos y oportunidades
conforma la base de las economías y las sociedades saludables.
Dar a las agricultoras el mismo
acceso a los recursos que lo varones reduciría entre 100 y 150 millones las
personas con hambre. Si se diese ingresos, derechos a la tierra y créditos a
las mujeres, habría menos niños y niñas desnutridos. Los estudios muestran que
mayores niveles de igualdad de género tienen una correlación positiva con
niveles más altos del producto interior bruto per cápita. Abrir las
oportunidades económicas a las mujeres haría aumentar el crecimiento económico
y reduciría la pobreza considerablemente.
El
momento es ahora.
Todos los seres humanos tienen el
derecho a vivir en paz y dignidad. Todos los seres humanos tienen el derecho a
determinar su futuro y el futuro de sus países. Ése es el llamado a la igualdad
que escucho en todos los lugares que visito. Por esta razón, ONU Mujeres pondrá
un particular énfasis este año en hacer avanzar el empoderamiento económico y
la participación y liderazgo políticos de las mujeres. En este sentido,
esperamos continuar nuestra sólida colaboración con las mujeres, los hombres,
los jóvenes, los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado.
Hoy, Día Internacional de la Mujer,
reafirmemos nuestro compromiso con los derechos de las mujeres y caminemos
hacia el futuro con valor y determinación. Defendamos los derechos humanos, la
dignidad y el valor inherente a todas las personas, así como los mismos
derechos para los hombres y las mujeres.
Michelle Bachelet, Directora
Ejecutiva de ONU Mujeres
8 de Marzo de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario