Vistas de página en total

viernes, 22 de abril de 2022

Los demonios de la democracia (Autor: Luis Gallegos Chiriboga)

 Hace unas semanas, en esta columna me referí a las graves secuelas que ha traído la pandemia del covid-19. Además de la implosión económica, la grave afectación social y el impacto en los sistemas sociales, están las consecuencias en los sistemas políticos, en los liderazgos de los estados y en los regímenes liberales democráticos, cuyos efectos han sido perversos, por decir lo menos.


La regresión de casi veinte años en el desarrollo y el incremento del desempleo, la pobreza y el hambre han provocado frustración e inestabilidad en todas las personas, en muchos casos, incluso en su salud mental. Las mujeres y hombres del mundo se encuentran en una situación de insatisfacción con los estamentos del poder político en todo el orbe. La situación ha degenerado en convulsiones sociales, cambios del péndulo político y niveles insostenibles de violencia contra la ciudadanía.

Los pueblos reclaman liderazgos de estadistas visionarios, mientras los aparatos políticos se hallan anquilosados en las viejas contiendas del poder y en las luchas fratricidas que anteponen sus intereses seculares a los intereses del pueblo.

Para colmar este triste momento, la Federación de Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, invade Ucrania y agrava la situación global con una guerra absurda, con funestas consecuencias para la mayoría de los países del mundo.

Los pueblos del mundo se preguntan, ¿cuál de los liderazgos y sistemas de gobierno, sean éstos democracias liberales o regímenes autoritarios, pueden solucionar una problemática tan grave? Allí es cuando el populismo y el mesianismo cosechan la insatisfacción del conglomerado humano, que clama por soluciones a una problemática estructural y coyuntural de dimensiones inconmensurables.

Sin duda, cuando se escriba la historia de esta etapa tan compleja, se destacarán los hombres y mujeres que supieron guiar a sus pueblos por el sendero de la resiliencia y la superación, en vez del camino al suicidio colectivo.

Fuente: El comercio (Ecuador)


No hay comentarios:

Publicar un comentario