El reciente asesinato de la
concejala brasileña Marielle Franco conmociona a Brasil, a América Latina y al
mundo entero. Tanto es así que la ONU se pronunció exigiendo la investigación
inmediata del hecho.
En tanto, durante estos días
las calles de Brasil se colmaron de manifestantes. Se autoconvocaron para
repudiar su brutal asesinato y reclamar el pronto esclarecimiento.
Mujeres activistas
La muerte de Marielle, se
suma a una triste lista de mujeres activistas, defensoras de derechos humanos y
con una participación política importante, que fueron asesinadas en los últimos
tiempos en América Latina.
Uno de los casos que más
conmocionó a la opinión pública, sin dudas, fue el asesinato de Berta Cáceres
en Honduras. La activista fue asesinada en su casa, en marzo de 2016.
Berta Cáceres recibió el
premio Goldman, uno de los más prestigiosos del mundo para ambientalistas
Cáceres era líder de la
comunidad indígena lenca y una fuerte defensora de los derechos humanos. En
2015 había recibido el premio medioambiental Goldman, el máximo reconocimientos
mundial para activistas del medio ambiente.
Hasta su muerte nunca
abandonó su lucha. En múltiples ocasiones recibió amenazas contra su integridad
física, su familia y su propia vida.
Colombia
Durante 2017, la delegada
por los Derechos de las Mujeres y Asuntos de género de la Defensoría del Pueblo
Diana Rodríguez, denunció que unas 14 mujeres líderes sociales y defensoras de
los derechos humanos fueron asesinadas en Colombia. Expresó también que otras
habían sido agredidas, la mayoría sexualmente.
Ruth López Guisao es una de
las víctimas mortales de la violencia contra activistas. Fue baleada en
Medellín por dos encapuchados
A su vez, otras 156
habitantes de zonas ocupadas en aquel momento por las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y sus familias, sufrían constantes
amenazas.
Vulnerabilidad
En oportunidad de celebrarse
el Día de la Mujer, Rodríguez manifestó que se deben garantizar “los
derechos de las mujeres y en especial de las lideresas que están fortaleciendo
los procesos comunitarios en los territorios para la construcción de paz”.
Además
agregó: “Por el hecho de ser líderes y defensores en general tienen
un riesgo más alto, pero encontramos que las mujeres en muchas ocasiones tienen
un grado más alto de vulnerabilidad”. Este último factor tal vez sea la
principal causa de que ellas sean centro de agresión, violencia y muerte
actualmente en Latinoamérica.
México
En México desde el 2010
hasta el año pasado, se contabilizaban 44 mujeres asesinadas. Todas ellas
dedicadas al activismo en organizaciones sociales o al periodismo. Uno de los
casos fue el de Miriam Rodríguez, ultimada en su casa de Tamaulipas el 10 de
mayo de 2017.
En este sentido, Chihuahua
es el que registra mayor número de agresiones contra las mujeres. Solo en 2010,
en dicho estado asesinaron a Josefina Reyes, Marisela Escobedo, María
Isabel Cordero Martínez, María Magdalena Reyes y Luisa Ornelas.
Durante 2017, allí
mataron a la periodista Miroslava Breach. En 2011 habían ejecutado a
Susana Chávez, y en 2012, a Manuela Martha Solís Contreras.
Al menos 44 mujeres
dedicadas al activismo con organizaciones civiles o al periodismo en México
murieron desde 2010
Precisamente el estado de
Guerrero, al suroeste de México, es una de las zonas más violentas del país.
Allí, activistas, periodistas y políticas mueren por la violencia del
narcotráfico o de la política. María Elvira Hernández Galeana, en 2010,
Isabel Ayala Nava y Reyna Ayala Nava en 2011, Juventina Villa Mojica y Fabiola
Osorio Bernáldez en 2012, Rocío Mesino y Ana Lilia Gatica en 2013 y Norma
Angélica Bruno Román en 2015.
Este año se sumó el crimen
de la candidata y dirigente social Dulce
Rebaja Pedro, en Chilapa, Guerrero. Antes de ello, la secuestraron
junto a su primo, un policía estatal que al que también ejecutaron. Cabe
señalar que el 1 de julio, la joven dirigente de 27 años participaría en las
elecciones generales en México, como candidata a diputada por el PRI.
Solo una semana antes, en la
misma ciudad, Antonia Jaime Moctezuma murió acribillada. Dos hombres armados
ingresaron, a plena luz del día, al restaurante de la candidata a diputada por
el PRD (Partido de la Revolución Democrática) y le efectuaron varios disparos.
Chilapa es epicentro de
violencia y crimen organizado en el estado de Guerrero. Se trata de la
principal productora de amapola, un opiáceo que sirve de base para la
producción de heroína.
Brasil
El asesinato de Marielle
Franco despertó reacciones inmediatas. En Brasil, se produjeron numerosas
manifestaciones espontáneas. En Buenos Aires, Argentina, se realizó una vigilia
en repudio al crimen de la concejala carioca.
A nivel mundial se
multiplicaron los mensajes de repudio, así como el pedido por el esclarecimiento
inmediato de este hecho. Pedido al que se sumó por estas horas la ONU y
numerosas organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos.
La ONU resaltó que el Estado
brasileño debe realizar su mejor esfuerzo para llevar a los culpables ante los
tribunales
Claramente, los defensores
de derechos humanos y ambientales en América Latina están corriendo riesgos
cada vez más notorios. Lo hacen en defensa de causas humanitarias y por
los derechos de las comunidades. Esto se evidencia mucho más en el caso de que
los activistas sean mujeres.
Recientemente se aprobó en
la región el primer tratado internacional para prevenir y sancionar las
amenazas y la violencia contra los defensores de los derechos humanos y el
medio ambiente.
Esta medida se basó en el
reciente informe anual de Defensores de Derechos Humanos en Riesgo de la
organización Front Line Defenders de Dublin (Irlanda). El mismo manifiesta, que
al menos 173 mujeres y hombres perecieron por estas causas en América Latina
durante 2017 .
No hay comentarios:
Publicar un comentario