Según Unicef, aunque a nivel mundial el matrimonio infantil
está disminuyendo lentamente, América Latina y el Caribe es la única región del
mundo donde no está en declive. BBC Mundo se adentró en un problema regional
"más preocupante de lo que uno podría pensar"
"¿Me
das un agua, por favor?", le dijo Elsa a la niña que atendía la tiendita.
La pequeña de
cabello negro y ondulado le pasó la botella por la reja.
El dueño del
local, un hombre mayor, estaba allí.
Días después,
Elsa regresó.
"El señor
no está ¿no?", le preguntó a la niña
"No"
"¿Y tu
mamá dónde está?"
"En su
casa"
"¿Vives
acá?"
"Sí"
"¿Con el
señor?"
"Sí"
Tristeza
Elsa recuerda
que la niña era morenita y que sus ojos eran grandes y oscuros.
"Pero lo
que más recuerdo", me cuenta, "es que en su mirada había mucha
tristeza".
Elsa fue en
varias oportunidades a la tienda, que estaba ubicada en una zona apartada de
Chiapas, en el sur de México. A veces se acercaba y otras veces no.
No quería
despertar la sospecha del propietario y mucho menos provocar que la niña
le contase que una señora le había estado haciendo preguntas.
"Tuve que
ser muy sutil para irme ganando su confianza".
"Los
vecinos fueron quienes me llamaron. Me contaron lo que estaba pasando y me
pidieron que hiciera algo", indica.
Elsa Simón es
la fundadora y directora de la asociación civil Por la Superación de la Mujer,
que por 21 años ha ayudado a niños y mujeres víctimas de violencia familiar en
Chiapas.
La
investigación
"Cuando
veían que el hombre se iba al mercado, me avisaban y me acercaba", me
cuenta.
"Empecé a
hacer averiguaciones y le avisé a uno de los fiscales de la zona para que
también investigara. Me tomó dos meses recopilar la información".
La verdad que
develaron fue escalofriante.
"Una mujer
le entregó su hija de 10 años al hombre de 60 años", dice Elsa.
"Ese
hombre era el dueño de la tienda y le había dado a la mujer 30.000 pesos (unos
US$1.600) por la niña. Su madre se la había llevado y la había dejado
allá".
"La niña
no entendía lo que estaba pasando. Lo único que decía era que no le
gustaba que el señor la llevara a dormir a su cama", recuerda Elsa.
"Y me
decía que quería estar con su mamá".
El
rescate
Tras la
investigación de las autoridades, el fiscal y su equipo rescataron a la niña.
"Danos a
la niña porque sabemos que no es tu hija", recuerda Elsa que le dijo el
fiscal al hombre.
Pero él
aseguraba que sí era. El fiscal lo confrontó: "No es tu hija".
"¿Ese
señor es tu papá?", le preguntó el funcionario a la niña, a lo que ella
respondió con voz baja:
"No".
Una
nueva vida
Elsa recuerda
que tras el operativo, la niña, quien ya tenía 11 años, estaba
"espantada" porque había visto a funcionarios armados.
Una vez dentro
del vehículo de la fiscalía, trató de calmarla.
"Usted ha
venido a la tienda", le dijo la pequeña.
"Sí, soy
yo y quiero que salgas de ahí".
Elsa me cuenta
que ese operativo ocurrió en 2007 y que gracias a la investigación de la
fiscalía y a las confesiones tanto de la madre como del hombre, el caso fue
abordado por las autoridades como uno de trata. Eso permitió que ambos fuesen
procesados judicialmente.
La niña fue
llevada a uno de los refugios para menores de edad y mujeres que la
organización que dirige Elsa tiene en Chiapas.
"Cuando
cumplió la mayoría de edad salió del refugio y empezó una nueva vida en otra
parte del país con el apoyo de otra institución", me cuenta Elsa.
6 casos
Elsa Simón
tiene 63 años y nació en Chiapas. Siempre ha vivido allí y desde allí me habla.
El caso que me
relató es excepcional en su región y en el país, no sólo por la gran diferencia
de edad entre la niña y el hombre sino por la entrega de dinero a cambio de la
menor.
"En 21
años, he atendido seis casos en los que las madres han recibido dinero de
hombres mayores por sus hijas (menores de edad) para que se vayan a vivir con
ellos".
Y me aclara:
"Eran madres solas (sin pareja)".
En su experiencia,
también ha visto otro tipo de situaciones.
"Lamentablemente
nuestro estado (Chiapas) está reconocido por los matrimonios forzados o
arreglados que algunos padres han promovido".
Muchas de esas
uniones ocurren sin una ceremonia civil o religiosa.
Y no suceden
sólo en México sino en muchas otras partes de América Latina.
Como
objetos
Jennifer Haza
es la directora de la organización social Melel Xojobal ("Luz
verdadera" en la lengua tsotsil), la cual ha luchado por los derechos de
la infancia en Chiapas durante 20 años.
Desde San
Cristóbal de las Casas, me cuenta que "si bien no hay datos duros sobre
uniones forzadas en Chiapas, sí hay datos de que 23% de las adolescentes, entre
12 y 19 años, están unidas, lo que no significa que estén casadas por la
ley".
De ellas, me
dice, 15% ya ha sido madre.
Cuando le
pregunto sobre los casos de menores de edad que son entregadas a hombres
adultos para establecer una relación conyugal, Haza señala que ha tenido
conocimiento de algunos de ellos, pero carece de documentación para estimar
cuántos existen.
"Hace dos
años, supimos de una chica de 16 o 17 años que la entregaron en matrimonio a un
hombre de treinta y tantos años".
"Hemos
conocido de casos que han salido en Chiapas y Oaxaca", me cuenta.
"Sabemos que esas situaciones se dan y tienen que ver con una cultura
patriarcal, en la que las mujeres son objetos, en la que pasan de la sociedad
del padre a la sociedad del esposo y es algo que se debe atender desde la
perspectiva de la prevención de la violencia contra las mujeres".
Pero, advierte,
"no se puede generalizar que todas las situaciones donde hay dinero o
cosas materiales de por medio implican una venta de las mujeres,
independientemente de su edad".
Es fundamental,
dice, que los usos y costumbres de las comunidades indígenas no sean
estigmatizados como contrarios a los derechos humanos.
Reportaje completo es de: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/drama-los-matrimonios-infantiles-america-latina_225755
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