Recuperar la memoria histórica es la manera más
eficaz que América Latina tiene para evitar las violaciones a los derechos
humanos, coincidieron hoy los expositores del seminario internacional
"Crímenes de lesa humanidad y terrorismo de Estado", llevado a cabo
en Santiago.
Valentina Bastías Atias
Santiago de Chile, 1 sep (EFE).- Recuperar la
memoria histórica es la manera más eficaz que América Latina tiene para evitar
las violaciones a los derechos humanos, coincidieron hoy los expositores del
seminario internacional "Crímenes de lesa humanidad y terrorismo de
Estado", llevado a cabo en Santiago.
Cuando la región "vira hacia la derecha",
aumenta la preocupación entre los movimientos de derechos humanos respecto de
la reparación de familiares y víctimas de las dictaduras que aquejaron a 18
países en la década de los setenta.
"Un gobierno interesado en la causa, dispondrá
recursos para investigación, juicios y educación sobre derechos humanos, pero
las derechas modernas son más peligrosas, porque tratan de banalizar lo
ocurrido", señaló a Efe la museóloga argentina Alejandra Naftal.
Naftal, quien sufrió con solo 17 años las
atrocidades del último régimen argentino, dirige actualmente el sitio de
memoria ubicado en lo que era la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el
mayor centro clandestino de torturas de esa dictadura, que capturó a más de
5.000 detenidos desaparecidos entre 1976 y 1983.
En la Argentina de Mauricio Macri "no es
prioridad la búsqueda de verdad, memoria y justicia", pero este Gobierno
"fue elegido democráticamente", por lo que habrá que encontrar
"nuevas maneras de mantener en pie esa problemática", aseveró la
funcionaria, cuyo museo fue inaugurado en 2012, a 41 años del golpe de Estado
encabezado por Jorge Rafael Videla en su país.
Actualmente, las sociedades latinoamericanas
"impulsan proyectos populares para recordar ese pasado reciente y ver qué
acciones se toman en el presente", dijo Naftal, en alusión a los espacios
de memoria patrocinados por los gobiernos y organizaciones humanitarias.
En opinión de los interventores, la constante lucha
de los movimientos de derechos humanos, que se replica hasta la fecha en las
naciones americanas, aún tensa las relaciones con los respectivos poderes, pese
a los avances alcanzados ya en democracia.
"Los gobiernos latinoamericanos se sienten incómodos
con el concepto de derechos humanos, porque esos derechos están en mano de los
ciudadanos y eso les complica", expresó a Efe el abogado chileno Roberto
Garretón, arrestado bajo el régimen de Augusto Pinochet por difundir un
artículo sobre los crímenes de lesa humanidad que se cometían en la época y que
el mando callaba.
El jurista, que luego representaría a América
Latina y el Caribe en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, manifestó que las condenas a los represores marcan "un
progreso", pero "la cobardía en las Fuerzas Armadas persiste".
"En Chile ha habido muchas sentencias para
violadores de derechos humanos, pero no con las condenas que uno
quisiera", debido al manto de silencio que aún protege a las milicias, declaró
Garretón, quien sostuvo además que los grupos ultraderechistas representan
"un riesgo constante" para las democracias.
La segunda mitad del siglo XX será recordada como
una época oscura en la historia de América Latina a causa de los 31 dictadores
que encabezaron los más violentos regímenes cívico militares en 18 países de la
región, con cifras de víctimas "difíciles de determinar".
"Aún intentamos digerir la magnitud de nuestra
tremenda dictadura, la más larga y violenta de nuestra historia republicana,
cuyo conocimiento es todavía una tarea pendiente", subrayó el antropólogo
de la Universidad de Chile, Elías Padilla, quien estimó en más de 33.000 las
violaciones a los derechos humanos en el país suramericano entre 1973 y 1990.
"La investigación, los informes oficiales y
los testimonios son la única posibilidad para dar a conocer lo que ocurrió y
así evitar que estos hechos vuelvan a repetirse", declaró Padilla, cuya
tesis apunta a un "plan de exterminio de grupos sociales" originado
desde el exterior.
El coloquio realizado en el Centro Cultural
Gabriela Mistral fue organizado por la Corporación Parque por la Paz Villa
Grimaldi e incluyó la participación de autoridades, académicos y representantes
de la sociedad civil de varios países latinoamericanos.
EFE
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