La V Cumbre de los Pueblos, foro alternativo a la Cumbre de las Américas, concluyó hoy con una
serie de pronunciamientos y una nutrida marcha en Cartagena de Indias, sede también de
la VI Cumbre de las Américas.
Los participantes recorrieron algunas calles,
alejadas del centro donde se desarrolla el encuentro de presidentes, y llegó
hasta el emblemático Castillo de San Felipe, cuyos alrededores están
militarizados.
Allí los delegados al foro alternativo se pronunciaron en contra de la
presencia del mandatario estadounidense, Barack Obama, en Cartagena de Indias,
al tiempo que quemaron una bandera de ese país como muestra del rechazo.
Asimismo reclamaron el cese del bloque económico, financiero y comercial que el
gobierno norteño mantiene contra la isla por más de medio siglo y rechazaron el
intento de la administración de ese país por aislar a Cuba.
Representantes de movimientos sociales y sectores políticos del continente
debatieron durante tres días sobre la realidad socioeconómica y política del
hemisferio.
Acordaron igualmente solidificar la articulación de la lucha social con el
propósito de reivindicar los derechos sociales y apostar por una verdadera
integración sustentada en la solidaridad.
La Declaración Final de la Cumbre de los Pueblos 2012 también censuró el hecho
de que Estados Unidos insista en imponer la agenda internacional del hemisferio
y se muestre como una nación que defiende los derechos humanos.
A su vez, denuncia que Washington jugó un papel protagónico en el golpe de
Estado en Honduras contra el presidente constitucional Manuel Zelaya y sigue
manteniendo un inicuo bloqueo contra Cuba y apuesta a la desestabilización de
Haití.
También advierte que la Casa Blanca no ha desmantelado el campo de
concentración de prisioneros en Guantánamo, territorio cubano ocupado
ilegalmente.
Critica también que el presidente Obama no cumplió su promesa hecha en la
anterior Cumbre de las Américas, de construir una nueva relación con América
Latina, al tiempo que persiste en su oposición a que Argentina ejerza su
legítima soberanía sobre las Malvinas.
La Cumbre de los Pueblos considera además que los tratados de libre comercio
que impulsa Estados Unidos constituyen un obstáculo grave para la integración
regional.
Por otra parte, llama la atención sobre los daños socio-ambientales
irreversibles que causan varias empresas transnacionales de origen canadiense,
violando los derechos de los pueblos y sus territorios.
Otro de los aspectos enfáticos del encuentro continental de movimientos
sociales, fue el que tiene que ver con el acaparamiento de tierras que atenta
contra la seguridad alimentaria de los países del hemisferio y termina violando
su soberanía.
En materia de avances, la declaración final resalta los procesos de integración
que se vienen dando como la consolidación del ALBA, Unasur y la Celac, que
fundan las relaciones internacionales en la solidaridad y no en el libre
comercio, subrayan.
Estos progresos integracionistas deben propender por avanzar hacia la
superación del modelo extractivista y agroexportador, que está causando enormes
conflictividades sociales, ambientales y políticos en el continente, sugieren.
También llaman al movimiento social latinoamericano y a los sectores políticos
progresistas a pugnar el modelo de libre comercio y a articular la lucha para
derribar este esquema que está genera grandes inequidades sociales.
Al mismo tiempo, la Cumbre de los Pueblos exige la eliminación de las bases
militares norteamericanas en la región, la cancelación de los ejercicios
militares, el cierre de la Escuela de las Américas y la suspensión del Sistema
Interamericano de Defensa.
Considera muy negativa para el desarrollo social, la promoción indiscriminada
de la inversión extranjera y afirma que "los derechos de los
inversionistas no pueden estar por encima de los pueblos y la naturaleza".
En ese sentido, condena los intereses de las transnacionales en el continente
que son actores principales del modelo extractivista de recursos naturales.
Finalmente, saluda la nueva arquitectura financiera regional con la irrupción
de mecanismos como el Banco el Sur, el Fondo de Reservas Latinoamericanas, y
enfatiza su exigencia de restablecer el derecho a Cuba a pertenecer al sistema
multilateral.
Esto último comenzando porque Estados Unidos termine su bloqueo contra la isla,
afirman.
oda/acl
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