Según cifras de Plan International,
ésta es la única región del mundo en donde esta práctica no se reduce,
contrario a otras latitudes. El problema más grave se da en República
Dominicana, Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador y México.
La carente legislación en los países de Latinoamérica para evitar
que niñas se casen, la poca inversión en programas educativos y la cultura
sobre esas uniones, ha creado un ambiente para que se vea normalizado el
matrimonio en las niñas y adolescentes, alertó la ONG humanitaria Plan
International.
"Lo que ocurre en América Latina y Caribe es que
en los barrios las uniones de niñas con hombres mayores se ha normalizado por
las normas sociales y culturales; por eso Plan busca visibilizar que se está
truncando los derechos humanos de niñas",
señaló la encargada del programa de género de la ONG, Emma Puig.
Según cifras de Plan International, las naciones que
encabezan la prevalencia de matrimonios y uniones forzadas de niñas en la
región son República Dominicana (36 por ciento), Nicaragua (35
por ciento), Honduras (34 por ciento), Guatemala (30 por
ciento), El Salvador y México (26 por ciento).
"A nivel mundial se habla más del matrimonio
forzado en África y en Asia, pero en Latinoamérica es una realidad bastante
desconocida, no se aborda mucho de esta problemática", dijo Puig desde la
Oficina de Plan International para Latinoamérica y el Caribe en Panamá.
Sostuvo que a nivel global la tendencia se está
reduciendo por la incidencia política para cambiar marcos
legislativos sobre el tema, pero en los últimos 30 años la
prevalencia de matrimonios en niñas y adolescentes en Latinoamérica se mantiene
sin ningún cambio.
"En la región latina, 1 de cada 4 niñas ha sido
casada ante de los 18 años; en 2017, el 23 por ciento de las mujeres que tienen
entre 20 y 24 años se habían casado antes de los 18 años, y adicional un 5 por
ciento las habían casado antes de los 15 años", detalló.
De acuerdo con datos de Unicef, América Latina y el
Caribe es la única región del planeta en la que los matrimonios infantiles no
han disminuido en la última década, manteniéndose en promedio un 25 por ciento.
La especialista en materia de género declaró que hay
excepciones que facilitan los casamientos de las menores de forma legal, como
la autorización por parte de los padres si la niña queda embarazada.
"A las niñas se le está forzando a entrar a un
ciclo de vida para las que no están preparadas. Tendrán implicaciones en su
desarrollo personal y no podrán acceder a la educación; definitivamente este
flagelo les dificulta las oportunidades para ser una profesional", dijo
Puig.
A este escenario se suma además, las conocidas
"transacciones" que suelen hacer las familias que sufren
desfavorables condiciones económicas, siendo las niñas objeto de cambio.
"Estos matrimonios se ven como una salida a la
pobreza para las familias de las niñas, con frecuencia vemos que piensan que es
una oportunidad para que las féminas salgan adelante", lamentó la delegada
del organismo humanitario.
Agregó que estas uniones también se dan por otras vías,
cuando las familias someten a las niñas y adolescentes a una situación de
violencia, abuso, explotación, en la que son maltratadas y no protegidas en su
hogar, lo que hace que estas escapen de esa realidad y se unan a hombres muchos
mayores, iniciando un ciclo de violencia.
Puig sostuvo que los Gobiernos de Latinoamérica aún
presentanobstáculos para que las niñas y adolescentes
accedan a los mecanismos de protección de sus derechos; y que
los entes locales presentan una falta de confidencialidad y poco seguimiento y
respuestas rápida a las situaciones que enfrentan.
"El primer paso que los Gobiernos de la región
deben hacer es reconocer que el matrimonio forzado es una problemática y que no
se piense que no existe, se debe dar visibilidad, estos deben generar
información y data que permita evidenciar la magnitud, y a la vez sensibilizar
a la población", solicitó la delegada de Plan.
Información completa es de: https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/por-que-america-latina-sigue-casando-sus-ninas-articulo-795815
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