POR ANTONIO MARIA DELGADO
La Organización de los
Estados Americanos condenó el martes la “farsa electoral” cometida en mayo por
el régimen de Nicolás Maduro y ratificó la existencia de una “alteración” en el
orden constitucional de Venezuela, al aprobar una resolución que da los
primeros pasos para la histórica suspensión del país sudamericano de la OEA.
La resolución, presentada
por Estados Unidos junto con algunos de los países más influyentes del
continente, fue aprobada por una relación de 19 votos a favor,
cuatro votos en contra y 11 abstenciones, en una clara señal de que
el régimen bolivariano sigue perdiendo respaldo en la región en la medida que
su crisis se profundiza.
La resolución es vista como
el primer paso hacia la suspensión de Venezuela a tenor con los procedimientos
de la Carta Democrática Interamericana, que deberá aprobarse en otra sesión a
ser convocada en un futuro con dos tercios de los votos.
La suspensión es la mayor
sanción que tiene el organismo y que en sus 70 años de historia solamente ha
impuesto a dos países: Cuba y Honduras.
La resolución fue impulsada por
Estados Unidos y los 14 países del Grupo de Lima, un bloque que suma más del 90
por ciento de la población en el continente: Argentina, Brasil, Canadá, Chile,
Colombia, Costa Rica, Guyana, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay,
Perú y Santa Lucía.
Estados Unidos, que ha tildado “el régimen de Maduro”
de “dictadura”, ha desplegado en las últimas semanas sus esfuerzos diplomáticos
con el argumento de que la OEA debe hacer valer los principios democráticos que
dice defender.
“En nombre del presidente Trump, pido a la comunidad de
naciones libres, de todo este Nuevo Mundo, que expulsen a la dictadura de
Maduro de la Organización de los Estados Americanos. La OEA debe representar la
libertad. Y ahora es el momento”, dijo el vicepresidente Mike Pence, durante
una recepción el lunes en la Casa Blanca.
Pence, quien hace un mes pidió lo mismo al visitar la
sede de la OEA, dijo que los países que se sumen a esta iniciativa,
“demostrarán su compromiso de forjar vínculos más fuertes con Estados Unidos” y
mencionó posibilidades de cooperación en inversiones financieras, de energía,
infraestructura y seguridad.
Los prospectos de una eventual
remoción de Venezuela fueron ridiculizados en la tarde del lunes por el propio
Maduro, quien dijo que la organización no podía expulsar a Venezuela porque el
país ya había renunciado a la organización.
“Nosotros denunciamos a la
OEA y nos vamos de la OEA […] ya van 13 meses de los 24 que tenemos que esperar
para que sea efectivo. Cuando Venezuela salga de la OEA vamos a hacer una gran
fiesta nacional”, manifestó Maduro.
Pero expertos consultados
dijeron que la separación de Venezuela de la organización traería repercusiones
inmediatas y de peso.
Para comenzar, desvincularse
de la OEA separa a Venezuela de una red de organizaciones multilaterales
vinculadas a la agrupación que durante años han trabajado para mejorar el
bienestar de la región, como la Organización Panamericana de la Salud, el Banco
Interamericano de Desarrollo y el Instituto Agropecuario de las Américas,
explicó Guillermo Cochez, ex embajador de Panamá ante la OEA.
“Todos esos organismos
regionales pasarían a excluir a Venezuela, y eso la aísla más de lo que esta
aislada ahora mismo”, advirtió Cochez.
Pero quizás más impactante
sería la condena moral que va acompañada a la decisión de suspender a
Venezuela.
“Es una declaración de que
Venezuela es expulsada porque es un Estado que rompe con todos los principios y
valores de la organización hemisférica”, dijo desde Caracas Milos Alcalay, ex
embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas.
Le estarían diciendo, “no es
que usted se va, sino que nosotros le expulsamos, porque usted no puede pertenecer
a un club de democracia, un club donde los derechos humanos son fundamentales y
donde usted insulta a todos”, agregó el diplomático.
La resolución incluye una
condena de las elecciones del 20 de mayo, en las que el chavista Consejo
Nacional Electoral declaró a Maduro como ganador de una elección presidencial
que había sido declarada de antemano como fraudulenta por la comunidad
internacional.
La resolución también
cuestiona la renuencia del régimen de permitir el ingreso de la ayuda
humanitaria para aliviar la acentuada penuria por la que atraviesan los
venezolanos por falta de comida y medicinas.
Asimismo, la resolución
exige al régimen que restaure la plena autoridad de la Asamblea Nacional, de
mayoría opositora.
Para que la resolución fuese
aprobada se necesitaban al menos 18 votos de los 35 estados miembros, mientras
que la votación para suspender a Venezuela, que sería en una eventual Asamblea
General Extraordinaria, requeriría 24 votos.
Este artículo fue
complementado con los servicios cablegráficos de el Nuevo Herald.
No hay comentarios:
Publicar un comentario