La Iglesia católica argentina entregó por primera vez en 42 años los registros de 256 niños bautizados en la ESMA, uno de los mayores centros clandestinos de detención que hubo en América Latina.
La Iglesia católica argentina entregó por primera vez en 42 años los registros de 256 niños bautizados en la ESMA, uno de los mayores centros clandestinos de detención que hubo en América Latina, y en donde cientos de bebés fueron robados y entregados en adopciones ilegales.
De esta manera, la jerarquía eclesiástica ofreció a partir de este año datos cruciales para saber qué pasó con los menores que fueron apropiados por los represores y que son buscados por Abuelas de Plaza de Mayo, una organización de derechos humanos con prestigio internacional.
Este nuevo capítulo sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura argentina (1976-1983) comenzó en enero pasado, cuando el obispo castrense Santiago Olivera anunció en el Vaticano el hallazgo de un libro de bautismos.
Se trata de una lista pormenorizada de 256 bautizos realizados entre 1975 y 1984, un año antes y uno después del régimen militar, en la capilla Stella Maris, ubicada en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde hubo unos cinco mil detenidos desaparecidos, entre ellos muchas mujeres embarazadas.
Las mujeres eran obligadas a parir en una maternidad clandestina instalada en la ESMA atadas de manos y pies, después de meses o semanas de tortura, y luego eran asesinadas, y sus hijos robados. Las Abuelas de Plaza de Mayo nacieron precisamente para buscar a esos bebés y hoy, 42 años después, han logrado rescatar a 127, pero su lucha continúa porque calculan que fueron alrededor de 500 los menores apropiados.
En marzo pasado, la Iglesia puso el libro de bautismos a disposición del juez Sergio Torres, quien encabeza la investigación por crímenes cometidos en la ESMA, y de la Unidad Especializada en Apropiaciones de Niños durante el Terrorismo de Estado de la Procuración General de la Nación.
Gracias a esa información, las autoridades ya comenzaron a investigar 55 casos de niños que fueron bautizados en la ESMA, y que se sospecha que podrían ser hijos de desaparecidos.
Los nombres de los niños bautizados se mantienen en absoluta confidencialidad para no afectar su actual identidad, ya que sólo se les realizarán exámenes de ADN a quienes la justicia determine que pueden haber sido bebés robados. Cuando entregó el libro a la justicia, el Episcopado Católico de Argentina explicó en un comunicado que "la Iglesia debe extremar sus esfuerzos para contribuir al camino de la memoria, la verdad y la justicia en todos los campos". "Especialmente ante la gravedad de los delitos de lesa humanidad perpetrados bajo el terrorismo de Estado durante los años 1976-1983". Advirtió, además, que "estas actas pueden estar al alcance de organismos de derechos humanos de reconocido prestigio e investigadores procedentes de diversos ámbitos académicos".
Las Abuelas de Plaza de Mayo, por su parte, anunciaron que, gracias a un convenio con las autoridades judiciales, ya tienen en su poder una copia del libro donde se registraron los bautismos.
"De esta forma, Abuelas dispone de un elemento más para poder investigar si entre los bautizados en la capilla de ese centro clandestino puede haber algún posible hijo o hija de desaparecidos que aún no recuperó su identidad", señaló.
Información es de: https://www.20minutos.com.mx/noticia/354121/0/iglesia-catolica-aporta-datos-sobre-robo-de-ninos-en-dictadura-argentina/
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