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lunes, 13 de febrero de 2017

Donald Trump: siete medidas para sabotear derechos humanos

Amnistía Internacional (AI) ha hecho público un análisis sobre los siete obstáculos contra los derechos humanos del presidente de los EE. UU., Donald Trump, materializados a través de sus siete primeras órdenes ejecutivas.
Señala AI que Donald Trump, desde que tomó posesión de su cargo, “no ha perdido el tiempo en poner en práctica la venenosa retórica de su campaña”, y en sus primeras dos semanas en la presidencia, ha impulsado una serie de “represivas órdenes ejecutivas que amenazan los derechos humanos de millones de personas” en Estados Unidos y en otros países.

Donald Trump firma una orden presidencial derogando reformas sociales
He aquí siete medidas potencialmente devastadoras que ya ha adoptado el presidente Trump:
Volver la espalda a las personas refugiadas
A la semana de llegar a la presidencia, Trump suspendió durante 120 días el programa estadounidense de admisión de personas refugiadas, implementó la exclusión indefinida de los refugiados sirios e impuso un límite de 50 000 refugiados al año. Este límite afectará probablemente a 60 000 personas solamente en 2017, pues el gobierno del presidente saliente, Barack Obama, se había comprometido a admitir a 110 000 refugiados en el ejercicio actual.
En medio de una emergencia global en la que 21 millones de personas se han visto obligadas a huir de su hogar debido a la guerra y la persecución, la iniciativa de uno de los países más ricos y poderosos del mundo de bloquear la vía del reasentamiento es “absolutamente atroz”, ya que Trump está impidiendo que hombres, mujeres, niños y niñas refugiados huyan del mismo terror contra el que supuestamente lucha.
Discriminación religiosa
El presidente Trump ha actuado también con rapidez para prohibir la entrada en Estados Unidos de todas las personas procedentes de Irán, Irak, Siria, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, siete países predominantemente musulmanes. Aunque la orden ejecutiva no mencionaba expresamente que se prohíbe la entrada de las personas musulmanas, era evidente la “descarada discriminación religiosa”, especialmente a la luz de la retórica preelectoral del presidente.
La prohibición contempla excepciones, como las personas que sufren persecución religiosa… pero únicamente si forman parte de una “minoría religiosa”. Una lectura de esta salvedad es que la Casa Blanca aceptará a personas de religión cristiana que huyan de países predominantemente musulmanes, lo que refuerza el tema de la división religiosa.


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