La expulsión de la Misión de la ONU para los DD.HH. en Nicaragua, la no
renovación de la Comisión contra la Impunidad en Guatemala, el éxodo venezolano
y la creciente ola de escándalos de corrupción en todo el hemisferio. ¿Quién
los ataja?.
América Latina atraviesa un periodo complejo. La luchas internas de tipo
social y económico que actualmente padecen varias naciones, aupadas a la grave
crisis que atraviesan algunos países vecinos tienen al populismo completamente
libre y sin límite alguno ante la falta de acción y de liderazgo regional.
En Managua, el presidente Daniel Ortega dio por terminada la labor de la
misión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (Acnudh) el pasado 31 de agosto, tras conocer un informe que
realizó la entidad sobre la represión gubernamental contra los manifestantes en
medio de la grave crisis sociopolítica que enfrenta el país hace más de cuatro
meses.
Ortega acusó a la Comisión de ser un organismo "ciego" y
"parcializad". "Nosotros no estamos de acuerdo con esa
interpretación, pues el acuerdo hablaba de contribuir a la paz y a la
seguridad", dijo Guillermo Fernández, jefe de la misión de la ONU en
Nicaragua. En un intento por aliviar la presión de los organismos internacionales
y en una clara prueba de autoritarismo, el presidente se está aislando cada vez
más; como intentando cerrar puertas y ventanas para que el mundo no dimensione
la tragedia en su país.
"El presidente de Nicaragua se convirtió en el
monstruo que siempre quiso combatir"
"Desde que llegó al país, Ortega empezó a crear un proyecto
totalitario en el que fue acaparando poderes y alteró el orden constitucional,
porque reinterpretó la Constitución, para reelegirse", señaló el
periodista nicaragüense Anibal Toruño.
Básicamente "se ha dispuesto a eternizarse en el poder como la
dictadura en Cuba o el régimen de Nicolás Maduro", comentó el exembajador
de Colombia en Nicaragua Edgar Genie. Las manifestaciones en Nicaragua se han
vuelto violentas.
Según el último informe de la CIDH, desde el pasado 18 de
abril que iniciaron las marchas han muerto 322 personas, 23 de los fallecidos
han sido niños.
Lo curioso, es que Ortega fue integrante del frente sandinista que
derrocó al régimen de Anastasio Somoza en 1979. Para ese entonces el joven
líder creía en que los valores de la democracia eran el camino. “El presidente
de Nicaragua se convirtió en el monstruo que siempre quiso combatir, en un
dictador”, dijo a France 24 el internacionalista italiano Francesco Mancuso.
Reportaje completo en: https://www.france24.com/es/20180903-nicaragua-guatemala-venezuela-latinoamerica-onu
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