Los tiempos que vivimos en el continente son históricos,
somos testigos de uno de los acontecimientos a nivel regional más importantes
de la primera década del siglo XXI: el proceso de normalización de relaciones
diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, dos naciones que durante años
mantuvieron una relación distante y tensa en el marco de la Guerra Fría, una
confrontación indirecta que puso en riesgo la paz internacional en 1962 con la
llamada “Crisis de los Misiles”.
Tras la caída de la URSS y con la nueva
reconfiguración de la política internacional, Cuba se enfrentó a una de las
crisis más profundas de su historia, el “Periodo Especial”, en el que hubo
severos recortes a los recursos de hidrocarburos. Con la llegada al poder de
Hugo Chávez a Venezuela, encontraron en ese país un gran socio comercial que
les permitió concluir su proceso de recuperación. Tras la muerte de Chávez y la
desestabilización política, social y económica de Venezuela, era el momento de
un cambio de estrategia en la conducción de la política exterior de la Isla.
México ha sido aliado de Cuba, fue el único
país de la región que mantuvo sus relaciones diplomáticas con la Isla y no votó
a favor de su expulsión de la Organización de Estados Americanos, lo cual era a
todas luces violatorio al Derecho Internacional.
El anuncio de los presidentes Raúl Castro y
Barack Obama en diciembre de 2014 sobre el restablecimiento de relaciones
bilaterales, inició un histórico proceso que permitió que en la Cumbre de las Américas,
en Panamá, se encontraran ambos mandatarios por primera vez en la historia
reciente, iniciando una época de entendimiento entre todos los países del
continente, pese a las diferencias ideológicas y posiciones políticas.
En este marco, la LXII Legislatura del
Congreso de la Unión designó una delegación de legisladores que visitamos La
Habana para encontrarnos con nuestros homólogos cubanos, a fin de continuar el
estrechamiento de los lazos parlamentarios.
Durante los trabajos de la XV Reunión Interparlamentaria
Cuba-México, los legisladores de ambos países expresamos nuestro compromiso de
trabajar por una relación de amistad, solidaridad y cooperación en pro de
nuestros pueblos; celebramos el fortalecimiento del marco jurídico bilateral,
pues en esta Legislatura hemos aprobado 5 importantes instrumentos
internacionales con Cuba en materia de reconocimiento y revalidación de
títulos, asistencia jurídica, extradición, así como el Cuarto Protocolo
Adicional al Acuerdo de Complementación Económica 51, eje rector de la relación
comercial bilateral.
Los legisladores cubanos nos aportaron información relativa a la Ley de Inversión Extranjera y sobre la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un ambicioso proyecto de inversión con gran potencial para que las empresas mexicanas inviertan. Invitamos a los legisladores de Cuba a profundizar el ACE 51, a revisar el Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, a fin de brindar una sólida certeza jurídica a los inversionistas mexicanos, y coincidimos en la necesidad de impulsar la cooperación en educación y en materia técnico-científica.
Los legisladores cubanos nos aportaron información relativa a la Ley de Inversión Extranjera y sobre la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un ambicioso proyecto de inversión con gran potencial para que las empresas mexicanas inviertan. Invitamos a los legisladores de Cuba a profundizar el ACE 51, a revisar el Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, a fin de brindar una sólida certeza jurídica a los inversionistas mexicanos, y coincidimos en la necesidad de impulsar la cooperación en educación y en materia técnico-científica.
Sin duda este importante ejercicio de
diplomacia parlamentaria se traducirá en mejores beneficios para ambos países,
pero existen temas que no debemos dejar de lado: los derechos humanos y la
democracia. Desde la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el
Caribe hemos impulsado estos dos valores como elementos fundamentales para la
región, y Cuba no es la excepción. México debe ejercer un rol relevante como agente
del cambio y apostar en ello nuestro liderazgo en la región. Pugnamos para que
nuestro país funja como mediador en las negociaciones bilaterales, lo que
convertiría en hechos el discurso oficial de México como actor con
responsabilidad global.
Los nuevos tiempos de apertura que
experimenta Cuba permitirán que nuevas ideas y necesidades arriben a la Isla, y
los ideales de libertad y de justicia sean una realidad para todos.
Presidenta de la Comisión de Relaciones
Exteriores América Latina y el Caribe, del Senado de la República.
Twitter: @marianagc
Twitter: @marianagc
No hay comentarios:
Publicar un comentario